tag:blogger.com,1999:blog-13304267590772068082024-02-20T01:31:51.749-08:00Concurso Literario Antonio Dal MasettoTextos ganadores del Concurso Literario Antonio Dal Masetto -
Dirección de Cultura de la Municipalidad de Saltoconcursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.comBlogger51125tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-18878968371824951782022-12-15T06:09:00.002-08:002022-12-15T06:09:46.004-08:00Ritmo y compás - Alejandro Zubiaur<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;">Pip, <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;">pip,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;">pip.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;">Los ojos
cerrados, sin moverme, no sé dónde estoy, solo escucho ese sonido. Cuando era
muy chico vivíamos en el campo y todas las noches había tormenta, no solo
lluvia, tormentas, horribles tormentas con rayos y truenos que hacían temblar
la casa, mientras el viento doblaba los árboles. Apenas caía la noche yo me
escondía hecho un ovillo bajo el escritorio, no había forma de hacerme salir,
mamá venía y se escondía conmigo, me abrazaba y me hacía contar 1, 2, 3, si
entre trueno y trueno aumentaba el número la tormenta estaba pasando, si se
reducía la cantidad de números... a veces pasaba toda la noche escondido.
Porque ella en realidad no entendía y entonces me dejaba cuando llegaba mi
padre, comían y se iban a dormir como si no pasara nada, como si todo estuviera
bien, no importa, dejalo, ya se va a acostumbrar, maricón miedoso, en el ejército
lo van a curar. Hasta cuánto podía contar en esas noches oscuras, 2, 3, 4,
quizás. Ahora el ruido es más rápido, apenas llego a 2. Parece que fuera
siempre igual, ni más rápido ni más lento. Solo el piiip, piiip, marcando
ruidoso el paso de un tiempo veloz. Como cuando venía a casa el profesor de
piano, seguramente escapado del infierno y decidido a torturar a todos los
chicos del mundo. De su maletín sacaba su metrónomo de oscura madera gastada,
con una aguja metálica brillante y un pequeño disco con el que se podía graduar
la velocidad. El metrónomo del profesor de música solo sabía decir tic, tic,
tic. Entre tic y tic es una redonda, acotaba su dueño, como si explicara la
gracia de su mascota. Son 4 negras, otra vez, hacelo otra vez con las palmas 1
y 2 y 3 y 4, y ahora marcamos las blancas. No, está mal, otra vez 1 y 2 y 3 y
4, parejo, con ritmo. Otra vez. Ahora es solo pip, pip, ¿serán corcheas? Entre
una y otra parece siempre el mismo tiempo. En la batalla, el silbido marcaba donde
iba a caer la próxima bomba, cuando se oía había que agacharse hasta quedar
enterrado, si lo hacías rápido podías contar hasta el próximo, si no... Sí, dos
corcheas iban en cada negra, también estaban las semicorcheas y las fusas ¿o
eso era otra cosa? Ahora el piiip, piiiip parece más rápido. Y las semicorcheas
eran la cuarta parte de la negra o algo así. Hay otro sonido rítmico más lento
y profundo, pesado, me recuerda las máscaras antigás al inspirar ummmmmm con
fuerza, con ruido porque no llega el aire tapado con tanto filtro y luego fffffffff
más lento más suave, hasta que no aguantás más y otra vez tratar de abrir el
pecho con fuerza ummmmm para que entre aire, ese aire caliente con olor a
químico, el mismo olor que ahora. Y la cuenta ya no importaba, porque cuando
había gas nadie disparaba, solo había que concentrarse en respirar. Cada
respiración son 4 piip, ¿o son seis? Y el goteo parece de una canilla plip plip,
apenas se escucha, no, mamá, no la cierres, dejala así un poquito abierta para
que se haga un charco y los pajaritos puedan tomar agua. Me parece que cada vez
tengo más fino el oído, oigo más detalles, ruidos más chiquitos. No hay pasos
ni voces, solo ruidos mecánicos, cientos de metrónomos todos a distinto ritmo. Pip
pip, pip ¿qué marcará tanto pip?, cómo podría saber si llevan el mismo ritmo, cómo
saber qué significa, igual parece que fuera más lento, podría contar hasta 4 o
quizás 5, si pudiera contar. La retroexcavadora también grita piip piip, cuando
va marcha atrás. ¿Tiene experiencia en maquinaria pesada de construcción?,
preguntó el capataz de la obra, por supuesto, respondí. Cuántas tardes había
jugado en la plaza con los camiones llenos de arena, cuántas horas hace falta mirar
las máquinas ir y venir para tener experiencia. Al fin y al cabo, una
motoniveladora es como… en el frente cavábamos las trincheras con palas, y el
que no hacía su pozo rápido y profundo quizás no tenía otra oportunidad. Sobrevivir
era tener experiencia. Y volver a casa era mucho mejor, por más que no quedara
nadie para recibirte. Ahora sí las voces gritan, se nos va, gritan. Pero yo
creo que no me estoy moviendo, parecen pedir que venga alguien, será que es el
final de la clase, debe ser mamá acompañándolo hasta la salida, sí, debe ser
eso, porque oigo cómo se abre la puerta. Parece que hay muchas corridas, le
habrá dicho a mamá que no estudio, que siempre estoy igual contando 1, 2, 3, y
4 y otra vez cuántas negras hay en una blanca. Entran y salen, mamá debe estar
muy enojada, siempre dice el esfuerzo que hacen con la plata que no tienen para
que yo pierda el tiempo en vez de aprender a tocar el piano y así poder ser
alguien en la vida. Se escucha pedir algo que debe ser algún aparato grande y
pesado, chirrían las ruedas. Nosotros sabíamos distinguir por el chirrido qué
clase de vehículo era, si había que esconderse o solo dejarlo pasar, si era con
ruedas o con orugas. Si iba saltando por el camino o si se arrastraba pesado
como un reptil haciendo flamear la cola. La tormenta me descubrió en mi
escondite y ahora está encima mío sofocante, oscura, pesada, parece que todo me
costara más esfuerzo. Alguien grita cargar 300, será el pelotón de
fusilamiento, ¿finalmente me sentenciaron? Y otra vez alguien grita preparados
liberen el pecho, todos atrás, y siento, siento la sacudida que me levanta y me
deja caer, otra vez. La bomba debe haber caído muy cerca, todos corren y
gritan. Pero ya no me importa, si por lo menos se hubieran callado para dejarme
escuchar el final de los piip piip. La máquina vial gigantesca retrocediendo sin
control, tan cerca del borde del terraplén. Claramente no puede haber nada
después de eso. Porque ahora solo hay un piiiiiii continuo, agudo, monótono,
que apenas tapa la voz del médico diciendo desenchufen todo, es inútil seguir,
ya se fue.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Arial;"><o:p> </o:p></span></p>concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-29410027373922541752022-12-15T06:07:00.002-08:002022-12-15T06:07:29.101-08:00Mientras corre el agua – Alejandro Zubiaur <p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="font-family: arial;">Ella, a través
de la chapa que separaba una pieza de la otra, escuchaba todo desde la cama: la
cachetada con la mano abierta, ahuecada, que sonaba seca. Ese chúpamela o te
arranco los dientes como a tu vieja, dicho con voz ronca y sin gritar ni dudar.
Él siempre era así, sin importar quien estuviera bajo sus piernas, bien macho y
bien recio. Y a ella la ponía recaliente. A la mocosa no le importaba que ella estuviera
al lado, no sería la primera vez que a la mañana siguiente le tuviera que
gritar parecés una puta, que para eso me pediste ese colchón que apenas entra
en la pieza, que te voy a echar de la casa. Ahora seguro que se abre bien de
gambas y lo goza una y otra vez descontrolada, porque por fin tiene un macho de
verdad. Si lo sabré yo. El ruido del agua corriendo interminable en el inodoro
no tapaba los gemidos, ni disimulaba el golpeteo rítmico. Mocosa de mierda,
parece una perra en celo jodiendo con todos los machos pijaparada del barrio.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="font-family: arial;">Ella se empeña
en cuidarla. Para que no quede preñada, le pide las pastillas a la señora donde
trabaja, que es tan buena y se las trae del sanatorio. Antes de ir a trabajar
controla que las tome, una por día, y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ella
todos los días limpia las casas de otros para conseguir la plata para la comida
y para pagarle la ropa y los caprichitos. Si por lo menos fuera a la escuela,
pero ni eso.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="font-family: arial;">Ahora no se
escucha nada más que el agua del inodoro corriendo sin cesar.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="font-family: arial;">El silencio le recuerda
su propia historia: recién llegaba de Misiones, sin nada, sin nadie. Alguien la
sacó de la calle y le dio un techo. Pero esa misma noche supo, con los dientes
apretados por el dolor y la bronca, que todo se paga, que no hay favores
gratis. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="font-family: arial;">Así también apretó
los dientes para no gritar al saberse embarazada, al entender que la hija que
llevaba en su vientre quedaría atada a su misma vida, y por más que hizo todo
lo posible por abortar, por impedir la repetición de su historia nefasta, no
pudo. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="font-family: arial;">Después la vida
le hizo una mueca. Conoció a alguien que las cuidaba a ella y a su hija, parecía
buen padre y ayudaba con algo de plata. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="font-family: arial;">La vida no era fácil.
Todos los días trabajar para comer. Él tomaba y andaba con otras mujeres, ella
lo sabía. Pero él siempre volvía con ella, su primer amor, su amor verdadero,
como le decía cuando la abrazaba en la cama. Y ella, tonta, que lo quería con desesperación,
lo perdonaba. Siempre lo perdonaba.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="font-family: arial;">Pero esto ya era
demasiado, era su hija. Se está encamando con mi hija. También la mocosa lo hace
a propósito, con un culo que se dan vuelta<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>todos los tipos de la cuadra y unas tetas para bizcos, además se le hace
la putita histérica todas las noches.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="font-family: arial;">Ahora escucha
una respiración pesada, la de su hombre, más fuerte que el ruido del agua que
corre y correrá toda la noche hasta que ella se levante y con el destornillador
trabe el flotante del inodoro. Ella sabe que él ya viene a su cama, a mentirle
otra vez que es su único amor. Y lo cobijará entre sus brazos, y le acomodará
la cabeza en su pecho.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: arial;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-fareast-font-family: Georgia;">Él se acuesta desnudo,
cansado, con olor a sudor y a ginebra, y ella lo abraza, lo besa, lo
desea,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo acaricia, lo extraña y a la
vez lo odia por serle infiel, porque le miente, lo odia porque se muere de
celos. Ella le susurra que ya es tarde, que estás cansado, que dormí, que ya es
muy tarde. Le acaricia la tetilla. Estás flaco, se te asoman los huesos, le
dice a él que ya se duerme para siempre, suyo para siempre, con el corazón roto
por el destornillador que entró directo entre el hueco de las costillas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;"><span style="font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-fareast-font-family: Georgia;"><o:p><span style="font-family: arial;"> </span></o:p></span></p>concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-64556939522981523262022-12-15T06:06:00.000-08:002022-12-15T06:06:02.960-08:00Dionisio, adiós – Ester Bossi<p> </p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Dionisio no solo era apuesto, sino también <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un gran seductor. Alto, elegante, de hermosos
ojos verdes. El mechón de cabello fino y rubio que le caía sobre la frente lo
hacía aún más interesante. Atraía a las mujeres y él no era cobarde. No
obstante, tuvo un largo matrimonio con Elena. Los momentos de felicidad eran
alterados por los celos enfermizos de ella, y muy bien abonados por la conducta
lisonjera de él. Pero, en ocasiones complicadas, su labia la convencía de su inocente
proceder. Y así fue pasando la vida entre risas y penas; hasta que, un día, en
forma inesperada, Dionisio tuvo un grave accidente de tránsito. Si bien
lograron llevarlo al hospital su estado era irreversible. Con sus últimas
fuerzas, Dionisio tomó la mano de Elena. Parecía querer decirle algo. Ella tuvo
que acercar su oído para entender lo que le susurraba: -<i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Elena…no llores… voy a</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">volver…”</i>
Frase que guardó en su corazón.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Para Elena había sido un golpe duro y sorpresivo. Lloraba
el día entero. ¡Lo extrañaba demasiado!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Se pasaba las horas secando lágrimas que no dejaban de
fluir. Sentía dolor y remordimiento por haber sido tan celosa. -¡Pobre mi
Dionisio! repetía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La familia y los amigos estaban preocupados por su salud.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Una noche, Elena tuvo un extraño sueño en el que aparecía
Dionisio. Éste, con su sonrisa cautivante, le decía que cumpliría la promesa y que
todos los días la visitaría pero, lamentablemente, reencarnado en una mosca.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Se despertó agitada, preocupada, aunque a la vez, la
ganaba la ilusión. Ella odiaba a las moscas y siempre tenía una palmeta a mano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">¡Pero volver a verlo! Era algo que la entusiasmaba aunque
hubiese mutado en ese insecto inmundo, como habitualmente le decía. Y a partir
de ese día, nunca más pronunció esa frase.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Una mañana, cuando estaba desayunando, apareció una
mosca. La primera intensión de Elena fue tomar la palmeta, pero cuando su corazón
comenzó a latir con fuerza, lo reconoció. ¡No podía ser otro que su Dionisio!
La mosca se posó sobre una miga de pan, restregó sus patitas y la miró con esos
ojos tan grandes, que ahora ya no eran verdes. ¡Claro, eran ojos de mosca! Enseguida
lo escuchó decir: -¡Cumplí Elenita! ¡Volví! ¡Y volveré todos los días a
visitarte!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Ella dejó de llorar, sus ojos comenzaron a deshincharse y
su rostro adquirió una expresión que hacía mucho no tenía. Ahora había algo
porqué vivir.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Cada día, abría la puerta y se sentaba a desayunar, a la
vez que ponía una cucharadita de azúcar sobre la mesa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Llegaba Dionisio, comía su porción y conversaban un largo
rato. Le contaba sobre las moscas y la importancia que habían tenido en la antigüedad
donde fueron veneradas. ¡Incluso en la mitología se hablaba de ellas!<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Elena lo escuchaba embelesada y crédula hasta que
Dionisio Mosca partía volando para regresar al próximo día. Ella, influenciada
por las palabras de Dionisio, comenzó a mirar a las moscas con simpatía. Recordó
haber leído sobre el Faraón Amosis, quien<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>condecoró a su madre <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ahhotep con
un collar con tres enormes moscas de oro. Se imaginó <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con un collar igual pero con una sola: su
Dionisio dorado<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En una de las visitas, “su amor” apareció con dos moscas.
Ella lo miró asombrada y él se apresuró a decir que eran amigas. De aquí en más
aparecía cada día con compañeras distintas. Hasta llegó a traer siete “amiguitas”.
Elena no pudo evitar reprocharle su actitud. Lo quería para ella sola y
conversar en privado. Además, le incomodaba la intimidad que tenían. Se tocaban
y comían muy cerca unas de otras. ¡Una promiscuidad! Como de costumbre,
Dionisio y su verborragia parecieron convencerla: las moscas viven poco tiempo
y esa era la causa de la diversidad de amigas. Además, él era una reencarnación
y esto lo convertía en un insecto diferente, su vida sería eterna y no
necesitaba “intimar” con “otras”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Aquella semilla de los celos que había permanecido
escondida comenzó a germinar. Elena pasó una noche entera investigando sobre
las moscas. Él solo le había contado lo bueno. Nada había dicho sobre <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los dioses que habían combatido a este insecto
y los sacrificios que hicieron algunos pueblos para espantarlos, dadas las
pestes que podían ocasionar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Elena cada vez más desconfiada comenzó a leer sobre la
vida sexual de las moscas. Para su espanto, encontró un artículo con probada
base científica, que decía: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las moscas</i>
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">machos disfrutan mucho del sexo durante
la eyaculación´</i>´. Fue cuando sus ojos comenzaron a despedir chispas de
celos y rabia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">A la mañana siguiente, con la puntualidad de siempre,
apareció Dionisio, esta vez con cuatro amigas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Elena, como de costumbre, lo estaba esperando…<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Se saludaron con graciosa amabilidad. A ella le pareció
que él le guiñaba un ojo y le respondió con una sonrisa enigmática.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">¡El estruendo fue tan fuerte como la furia con que cayó
la palmeta!<o:p></o:p></span></p>concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-51905884248075760912022-12-15T06:04:00.001-08:002022-12-15T06:10:02.343-08:00Elda – Agustina Balmaceda<p style="text-align: justify;"> </p><p class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 6pt 0.0001pt 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Hay una memoria en el cuerpo de Elda
que logra despertarla cada día en el mismo momento,<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>como<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>si<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>cayera<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>siempre<span style="letter-spacing: 3.0pt;"> </span>en el mismo lugar: justo en el instante
previo a que empiece a<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>filtrarse la
claridad por las rendijas de la persiana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 5.65pt 0.0001pt 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";">En<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>un<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>sonambulismo<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>ficcionado -hecho<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>de<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>inercia<span style="letter-spacing: .05pt;">
</span>y<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>costumbre-<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>se<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>destapa
en silencio.<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>Tampoco ve nada, no
quiere focalizar la vista, mucho menos despertarse del todo. Baja una<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>pierna, después la otra y pone los pies en
las pantuflas sabiendo que en los primeros pasos el<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>talón va a tocarle el piso, pero se va terminar acomodando. De
camino, arranca la hoja del<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>calendario
del día pasado y sigue hasta la puerta de entrada. Da vuelta la llave que
siempre<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>está puesta en el picaporte,
la gira completa dos veces y abre. Asoma la nariz usándola como<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>un termómetro mientras agarra la bolsa de
basura que dejó preparada, a un costado, la noche<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>anterior.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 5.8pt 0.0001pt 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Cruza la calle sin mirar, como una
flecha al punto blanco, dirigida al tacho de basura de la<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>vecina. En un revoleo mete la bolsa -repleta
y repelente- ahí dentro. Sonríe invicta y vuelve<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>corriendo<span style="letter-spacing: -.05pt;"> </span>a su casa.<span style="letter-spacing: -.05pt;"> </span>Cierra la puerta<span style="letter-spacing: -.05pt;"> </span>y, esta vez,<span style="letter-spacing: -.05pt;"> </span>da solo
un<span style="letter-spacing: -.05pt;"> </span>giro de llave.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 5.85pt 0.0001pt 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Sin desviarse, hace el mismo camino de
ida pero a la inversa. Vuelve a la cama y espera la<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>llegada del día sin apuro. Es por eso que amanece y Elda ya
tiene los ojos abiertos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 5.65pt 0.0001pt 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Elda llena la pava con agua de la
canilla y la apoya en la hornalla. Busca el encendedor en el<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>primer cajón y tantea toda la mesada por
si acaso estuviese camuflado con el mármol. Recién<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>ahí se acuerda de que no tiene uno. De que está roto. Y que hace
días pasa por la misma<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>situación.
Algo la mantiene inquieta, la dispersa. Algo como esa náusea que sube pero que
no<span style="letter-spacing: -2.85pt;"> </span>llega a puerto, o mejor, algo
como esa paja mental que la disocia y la hace olvidarse de algo<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>tan<span style="letter-spacing: -.05pt;"> </span>simple
como comprar<span style="letter-spacing: -.05pt;"> </span>un nuevo encendedor.
Una<span style="letter-spacing: -.05pt;"> </span>premonición.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 5.8pt 0.0001pt 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Agarra un pedazo de servilleta y lo
dobla rápido en partes desiguales, hasta que queda más o<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>menos<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>formado<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>un<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>triángulo;<span style="letter-spacing: 3.0pt;"> </span>se pregunta si en realidad no serán principios
de Alzheimer, si<span style="letter-spacing: -2.85pt;"> </span>no<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>estará<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>enfermándose<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>como<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>su<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>hermana<span style="letter-spacing: .05pt;">
</span>más<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>grande.<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>Pero<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>descarta<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>al<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>segundo<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>esa<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>posibilidad.
Se para en la banqueta que ya está ubicada para la acción y mete el papel
dentro<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>del termotanque. La servilleta
se prende fuego fugazmente, Elda salta lo más rápido que<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>puede y corre hasta el horno tratando de no incendiarse ella
misma. Abre el gas y la aureola<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>toma
color enseguida. Se quema todos los dedos y tira los restos de cenizas en la
pileta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyText" style="margin: 3pt 5.8pt 0.0001pt 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Espera<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>hasta<span style="letter-spacing: 3.0pt;"> </span>una fracción de
segundo antes de que hierva el agua, para sacar la pava y<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>ponerla<span style="letter-spacing: .05pt;">
</span>en<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>una<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>bandeja<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>donde<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>también<span style="letter-spacing: .05pt;">
</span>carga<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>todo<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>su<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>desayuno.<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>La misma bandeja que<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>transporta hasta el living y apoya sobre
sus piernas cuando se sienta a mirar por la ventana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 6.1pt 0.0001pt 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Para su suerte, la vida le había
regalado lo que a toda persona que le gusta indagar sobre las<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>vidas ajenas quisiera tener: una casa
llena de ventanas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 5.8pt 0.0001pt 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Cada una de ellas tiene designada una
silla en la que Elda se sienta a chusmear como si fuera<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>un deporte, para pasar de esa manera los días desde que se
jubiló. Rotando de silla en silla, de<span style="letter-spacing: -2.85pt;"> </span>ventana
en ventana. Sabiendo los movimientos de toda la cuadra y conociendo a cada uno
de<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>sus vecinos. Particularmente a
Emilia: la de enfrente. Con la que está obsesionada hace más<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>de cuarenta años y a la que le regala cada
madrugada su bolsa de basura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 5.65pt 0.0001pt 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";">La manía de mirar a Emilia -simplemente
siendo- era, en principio, una especie de atracción.<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>Un imposible. Acción que con el tiempo se volvió presente y
fija, como también, intensa y<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>odiosa.<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>Hasta<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>el<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>punto<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>de<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>no<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>ser<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>suficiente.<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>Hecho<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>que<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>la<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>impulsó<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>a<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>hacerle<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>saber<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>sus<span style="letter-spacing: -2.9pt;"> </span>sentimientos, dejando en claro que lo que
parecía ser un enamoramiento adolescente era, en<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>realidad, una guerra fría.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 5.95pt 0.0001pt 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Con el pasar de los años, Elda fue
adaptando completamente su rutina a la de ella. No quiere<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>perderse<span style="letter-spacing: .05pt;">
</span>nada.<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>No<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>puede<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>perderse<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>nada. La ve por la ventana hacer y
deshacer. Por las<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>ventanas,
aleatoriamente, según las tareas, los horarios y las comidas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 5.6pt 0.0001pt 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Las estrategias de odio y vigilancia
habían ido rotando, pero nunca había habido descanso. La<span style="letter-spacing: -2.85pt;"> </span>mugre barrida esparcida en su vereda, el meo de los perros<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>en las plantas -cuando todavía<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>había perros-, las llamadas telefónicas a
la hora de la siesta, los timbrazos a la hora de la<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>siesta. Las deudas inventadas, los maridos inventados, las cosas
inventadas y esparcidas en el<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>supermercado.</span></p><p class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 5.6pt 0.0001pt 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">Emilia, por su parte, no se
queda atrás.</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: -0.45pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">Y</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: -0.45pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">por supuesto, tiene las suyas.</span></p>
<p class="MsoBodyText" style="margin-left: 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p> </o:p></span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">La rutina de cada madrugada la
repite sin fallas, ni una, hasta llegar a la entrada y dar las dos</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: 0.05pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">vueltas de llave. Solamente una variación
sutil en el medio, hace la diferencia de un día</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: 0.05pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">cualquiera. De camino, arrancando la hoja del calendario del día
pasado, la nueva fecha la</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: 0.05pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">saca</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: 0.05pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">de</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: 0.05pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">la</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: 3pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">ensoñación automática que la mueve. 14 de
junio. La fecha la despierta del todo.</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: 0.05pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">Es
su cumpleaños.</span></p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">Antes de agarrar la bolsa de basura y
salir, Elda escucha un ruido seco que viene de la calle.</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: 0.05pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">Un golpe sobre el asfalto, una caída, un accidente; es lo
primero que piensa. Lo segundo, es</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: 0.05pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">que
se trata de un animal muerto. Entreabre la puerta, porque la altura no le
alcanza para ver</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: 0.05pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">por la mirilla, y se
encuentra con Emilia tirada en el medio del asfalto.</span></p><p class="MsoBodyText" style="margin-left: 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">Corre a verla y nota que todavía
respira por más de estar inconsciente. Emilia -dura y pálida- no emite más que
un mínimo soplido, un corto aliento, un hilito a punto de cortarse; el hilo</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: 0.05pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">que la mantiene con vida. Está casi segura
de que es un ataque al corazón.</span></p>
<p class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 5.8pt 0.0001pt 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Mira<span style="letter-spacing: .7pt;">
</span>de<span style="letter-spacing: .7pt;"> </span>un<span style="letter-spacing: .7pt;"> </span>lado<span style="letter-spacing: .7pt;"> </span>al<span style="letter-spacing: .7pt;"> </span>otro,<span style="letter-spacing: .65pt;"> </span>todavía<span style="letter-spacing: .7pt;"> </span>no<span style="letter-spacing: .7pt;"> </span>anda<span style="letter-spacing: .7pt;"> </span>nadie,<span style="letter-spacing: .7pt;"> </span>todavía<span style="letter-spacing: .7pt;"> </span>falta un<span style="letter-spacing: -.05pt;">
</span>poco<span style="letter-spacing: -.05pt;"> </span>para<span style="letter-spacing: -.05pt;"> </span>que<span style="letter-spacing: -.05pt;"> </span>se
haga<span style="letter-spacing: -.05pt;"> </span>de<span style="letter-spacing: -.05pt;"> </span>día<span style="letter-spacing: -2.9pt;"> </span>y a Elda le da
tranquilidad no tener ningún testigo o, mejor dicho, ningún cómplice: porque al<span style="letter-spacing: -2.85pt;"> </span>lado del cuerpo de Emilia hay tirada una
bolsa de basura con un cartel pegado en el frente.<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Felicidades hija de puta,
hoy te gane”, </i>anunciaba en una letra casi ininteligible de lapicera<span style="letter-spacing: .05pt;"> </span>azul.</span></p><p class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 5.8pt 0.0001pt 5.1pt; text-align: justify; text-indent: 16.2pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">Elda arranca el mensaje que le
pertenece y deja todo lo demás, tal cual a como lo había</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: 0.05pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">encontrado. Vuelve corriendo a su casa, cierra la puerta y da
una vuelta de llave. No vuelve a</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: 0.05pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">hacer
el camino de ida pero a la inversa, a esperar en la cama el día sin apuro. Sino
que se</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: 0.05pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">sienta a disfrutar de su
regalo, su primer regalo de cumpleaños. Ver morir a Emilia, verla,</span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; letter-spacing: 0.05pt; text-indent: 16.2pt;"> </span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; text-indent: 16.2pt;">como siempre, a través de la ventana.</span></p>concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-83194826810250165902022-12-15T06:01:00.003-08:002022-12-15T06:01:48.618-08:00El Rey y la Reina - Patricio Menéndez<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Soberbios
ejércitos hincaron las quillas de sus barcos en las arenas del reino de Abada. Desde
la torre más alta del castillo el Rey torció la vista hacia la reina, la tomó
de la mano y miraron azorados la playa. Quizás fuese la última vez que estuvieran
de la mano. Ellos sabían que todo se terminaba. De las naves descendían
hombres, armas y también el último cataclismo que hundiría para siempre el
reino de Abada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Los oráculos
habían profetizado años atrás el final del reino, pero el pueblo incrédulo y
desafiante ya no creía en los dioses. La razón gobernaba. Cinco de aquellos
hechiceros fueron quemados por impuros en la plaza central en un acontecimiento
que fue vivido como un gran espectáculo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Avanzaba la
infantería del reino al grito portentoso de “por Abada, por el Rey y por la
Reina”. Cabalgaba la caballería en briosos corceles de fuego. En lo alto de la
muralla y torres, los arqueros tensaban flechas, pero el que las guiaba ya no
era Apolo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">En su sala, el
Rey y la Reina se abrazaron y se besaron en un último intento de búsqueda del
absoluto. Pero el final era indeclinable. Un reino casi perfecto, porque se
habían dado cuenta de que la perfección no existía, porque creyeron en la eternidad
y se desilusionaron, porque se creyeron fuertes y eran frágiles, porque
pensaron que lo tendrían todo y no lo tendrían, porque pensaron que gobernaban
todo y no lo gobernaban, porque pensaron que el enemigo no llegaría nunca y
esta mañana había llegado, porque creían que lo entendían todo y no entendían
nada, porque se creían ser incorruptibles y fueron corrompidos. Porque eran
pobres hombres y eso solo decía todo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">El fuego lo
abrasaba todo, los soldados caían uno a uno, las huestes enemigas al grito de
“que caiga Abada su Rey y su Reina” destrozaban todo a su paso.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Solo quedaban cenizas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">El Rey y la Reina
lo habían tenido todo, todo. Y ahora no tenían nada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Según se cuenta
se los pudo ver cuando un oscuro sol caía en el ocaso del día más triste que
les tocaba vivir, caminar con túnicas ya deshilachadas y rotas, teñidos en
sangre, un cetro caído, el hierro de la espada abollado, con la vista perdida,
sus coronas ya oro fundido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Había sido el
reino de Abada. Pero hoy solo eran ruinas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Habían sido reyes.
Pero ahora eran mendigos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Se miraron por
última vez. Ellos y nadie más lo sabían todo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Lo que nunca
nadie pudo entender es por qué el Rey partió hacia un lado y la Reina partió hacia
el otro.<o:p></o:p></span></p>concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-59460695419379948252022-12-15T06:00:00.000-08:002022-12-15T06:00:01.160-08:00Angustias – Patricio Menéndez<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Creo que si sigo
discutiendo con el gerente saco el revólver del portafolio y lo mato. Sí.
Tampoco estoy seguro si lo traje y preferiría no mirar abajo. Entonces, me doy
vuelta, abro la puerta, salgo al pasillo y entro al ascensor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Camino por la
calle 39 hasta la sexta avenida y doblo en dirección al norte. No sé por qué,
pero de improviso está oscuro y son las 22, las 23 o tal vez medianoche.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Por qué no está el sol que hace un instante reflejaba
su brillo en mi cara por detrás del gerente? Camino y camino. No hay que
asustarse, hace años que lo hago, quizás sea eso la señal más persistente de
que vivo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="background: white; color: #212529; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">—</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Mira qué grande es la ciudad madre,
qué alto son los rascacielos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="background: white; color: #212529; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">—</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">No te distraigas querido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="background: white; color: #212529; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">—</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Sí, es cierto. Perdón madre.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="background: white; color: #212529; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">—</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">No te me sueltes la mano que hay
mucha gente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Le sonrío y miro
a un payaso con globos en la esquina que tiene dibujada una sonrisa triste.
Porque hace poco supe que las sonrisas de los payasos son dibujadas. ¿Por qué
se la pintó triste este payaso entonces?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Cuando miro a mi
madre nuevamente, ya no está, y me largo a llorar. Camino dos, tres cuadras y
me doy cuenta que tengo que seguir. Está otra vez el gerente atrás gritándome.
Y la computadora, y el teléfono, y la corbata.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Por fin consigo
doblar a la izquierda en la 52. Avanzo unos metros y por el cristal de la
ventana de un pequeño bar puedo ver la figura imponente de un hombre sentado al
piano con un sombrero de no sé qué tocando no sé qué. Miro abajo y con un
zapatón negro marca el pulso de un cuatro cuartos de un blues. La melodía la
conozco, sí, ¡<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Straight, no chaser</i>! Me
doy cuenta de que es él.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Entro y me siento
en una mesa contra la pared. Una muchacha joven que creo que puede ser una moza
me trae una cerveza con un vaso. Yo no fumo mucho, pero veo a Thelonious con un
cigarrillo en la comisura de su boca y yo prendo uno también. Ahora suena <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Bemsha swing</i>, las notas salen del piano
junto con las teclas y solas vuelven cuando Thelonious se las ordena porque
tiene que volver a ejecutarlas. Todo se va perdiendo. La moza no hace nada,
esta parada escuchando, una pareja sentada en una mesa cercana está marcando el
ritmo de la música y nada más. El cajero cerró la caja y no se toman más
pedidos. Hasta las cucarachas salen de debajo de la tarima para escuchar y
porque ahora nadie se va a preocupar por pisarlas. El mundo se detiene en estos
instantes y vale la pena solo por eso, porque está Thelonious sentado al piano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Pero todo
termina. Vuelven a ensimismarse cada uno en lo suyo y no entiendo por qué nadie
aplaude. La pareja retoma su conversación, la moza sale corriendo a atender una
mesa, el cajero vuelve a abrir la caja, las cucarachas vuelven con el caparazón
cansado al refugio, ya cualquier hombre puede pisarlas ahora.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Me entristece
mucho.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Salgo a la calle
y veo una ráfaga de fuego que atravieso el cielo de punta a punta. Sí, es un
cohete. Pasa un instante y vuelvo a ver otra que viene en dirección contraria. Otra
vez vuelvo a llorar, como cuando hace tiempo o hace un rato. La guerra ha
comenzado de nuevo. Hay un niño que está muriendo por una bomba, hay dos, hay
cien, hay miles.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Nunca se cómo ni sé
por qué ni se cuándo, pero estaba dentro de un bar y no era el de hace un rato,
ni tampoco estaba Thelonious, ni siquiera había un piano. Miro a la puerta y me
parece reconocer a Archie entrando.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="background: white; color: #212529; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">—</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">¡Ey Archie! ¿Ya no te acuerdas de
mí? <span style="background: white; color: #212529;">—</span>le grito mientras pasa
a mi lado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="background: white; color: #212529; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">—</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Hola Wynton, disculpame no haberte
visto. Estando solo no tendrás problema que me siente en tu mesa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="background: white; color: #212529; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">—</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">¡Por favor! <span style="background: white; color: #212529;">—</span>asiento acomodándole una silla.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="background: white; color: #212529; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">—</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Ando mal. ¿Te acordás de Aaron, el
más chico? Hace dos meses empezó con vómitos, fiebre y esas cosas, el médico
nos explicó algo que nunca entendí a Lisa y a mí, pero supe que era
preocupante. Una semana después a mi pequeño Aaron lo estábamos velando. A
partir de ahí es todo un infierno. No sé para qué levantarme cada día. Lisa
está encerrada en la pieza llorando todo el día, y yo salgo a caminar para no
llorar en mi casa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="background: white; color: #212529; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">—</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Perdoname Archie, nunca supe todo
esto. ¿Y el más grande?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="background: white; color: #212529; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">—</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Sé que está muy mal, pero vos sabes
que mi relación nunca pudo ser la que se piensa e ilusiona de un padre con un
hijo. El me recrimina a mí no haber consultado a un médico urgente y esperar
dos días a que volviera Lisa de Philadelphia. Cuando pasó todo esto se fue a lo
de la tía y viene a casa solo para estar un rato con Lisa cuando yo estoy en el
trabajo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="background: white; color: #212529; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">—</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Sé que podrán sobrellevarlo, con
mucho dolor seguramente. El altísimo nos pone a pruebas constantemente. A veces
de maneras muy duras. Miralo a Cristo en la cruz.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="background: white; color: #212529; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">—</span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Si no fuese porque en mi casa
guardamos una Torá como libro sagrado.. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="background: white; color: #212529;">—</span>dijo el hombre totalmente
abatido y confuso<span style="background: white; color: #212529;">—</span>. Igual
no creas que voy a discutir ahora de nuevo quien fue Pablo realmente, me da
igual eso Wynton ahora.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">No sé cuánto más
estuvimos ahí. Pero creo que hay momentos que la mejor manera de acompañar a un
hombre es en el silencio. Ahí donde quizás más libre somos y donde nos hablan y
hablamos con los seres más oscuros que pueden hundirnos en el cataclismo más
profundo, o aquellas figuras divinas, fantásticas, mitológicas, que pueden
salvarnos. Al menos por un rato.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Por eso ahora solo
caminamos. Y llegamos a la puerta de su casa y lo saludo tímida y cobardemente
con un apretón de manos. Me parece, o quiero fingirme, que fueron seres
divinos, fantásticos, mitológicos los que le surgieron en esta caminata por las
calles de Lenox Hill.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Ahora estoy
entrando a mi edificio, sé que es tarde pero no sé cuánto. Seres de tinieblas
que suelen acosarme en el ascensor hoy me miran tristes. Mañana no me levanto
para ir a trabajar a esa oficina, pasado tampoco y después de pasado tampoco.
Nunca. Me acuesto en la cama y me hago la señal de la cruz. Padre nuestro que
estas en los cielos…<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><o:p></o:p></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"><o:p> </o:p></span></p>concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-2958569475499801162022-12-15T05:22:00.000-08:002022-12-15T05:22:28.277-08:00El pibe del potrero – Facundo Lloret<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri;">Cada mañana Juan salía de su casa en bicicleta con destino a la
panadería de su padre para hacer el reparto de pan. Ese sábado había amanecido
con lloviznas. Mientras transitaba por las calles del pueblo saludando como de
costumbre a los vecinos, su cabeza no podía dejar de pensar cuál sería la mejor
decisión. De esencia futbolera y campechana,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Juan se encontraba en el problema de elegir entre ir a jugar el amistoso
oficial del club o la final del barrio contra barrio en el potrero. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri;">Las dos significaban mucho para él. En el club había encontrado un
grupo de compañeros que confiaban en su capacidad y un viejo entrenador que le
había dado la cinta de capitán del equipo.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>En el barrio estaban sus amigos de toda la vida y dónde siempre se
sentía feliz. Sin tácticas y estrategias, sin referís ni padres. Partidos dónde
todos son titulares, no hay suplentes y sólo es reglamentado a través de “la
pisadita” para elegir a los compañeros de equipo.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri;">Juan era uno de esos pibes que jugaba y pensaba el fútbol de una
manera asombrosa. En el barrio<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>le decían
“El Marciano” porque parecía de otro planeta. Hábil gambeteador, con excelente
pegada y gol. Tenía todas las condiciones para hacerle ganar a su equipo
cualquier partido complicado y en lo personal, llegar al fútbol profesional.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri;">Siempre disfrutaba en cada cancha, ya sea de césped, tierra o polvo de
ladrillo haciendo “la elástica”.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Técnicamente la elástica es una jugada que consiste en amagar con
avances hacia un lado con la cara externa del pie más hábil bien pegado a la
pelota, y de repente pasarlo por encima de ella, alterando la dirección en
sentido contrario, para luego enganchar hacia adentro, todo en una milésima de
segundos. Para los pibes del potrero es un lindo engaño, lleno de magia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri;">El cielo permanecía gris<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pero
la lluvia aún no tenía intenciones de ser juez<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>y parte de la decisión. Juan especulaba con la idea de que si llovía el
partido del club se suspendiera para cuidar el césped del campo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri;">Ese mediodía su madre,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a pedido
del padre,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hincha fanático del club
dónde jugaba su hijo, había amasado tallarines caseros. - “Sin salsa vieja,
para que no le caigan pesado al Juancito que debe ir a jugar el partido”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri;">En la mesa se notaba la preocupación de Juan. Al término de la comida
y mientras<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ayudaba a su madre a levantar
los platos, ésta se le acercó y acariciándole la cabeza le dijo: -“Tranquilo
Juan…él de arriba sabe qué hacer<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y
seguro tiene preparado lo mejor para vos”.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Eso lo calmó durante unos minutos hasta que un golpe de manos que venía
desde afuera, como llamando a la puerta, alteró el estado de Juan. Eran sus
amigos. Querían saber si iban a poder contar con él para el clásico barrial.
Solo cruzaron miradas, no hubo necesidad de decir nada. La puerta entre abierta
de la casa dejaba ver el reluciente brillo de los botines que reposaban en el
sillón del hall de entrada. Los había lustrado su padre a la madrugada mientras
mateaba antes de salir al trabajo. Ese calzado no era necesario para el
potrero.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri;">Durante todo el partido amistoso se lo notaba disperso a Juan. Incluso
en el entretiempo el entrenador tuvo la idea de reemplazarlo. Pero llegó una
jugada magistral en el área rival. Juan tiró un caño salvaje, delirante, no
dejándole al defensor otra opción que cometerle penal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri;">Mientras el árbitro le daba indicaciones al arquero, Juan brazos en
jarra en la cintura, esperaba la orden para patear. Volvió la llovizna. Y con
ello el pensamiento en sus amigos, en cómo les estaría yendo en el clásico
barrial. A esa altura lo que caía era una lluvia torrencial. No se veía mucho,
pero si se podía escuchar voces. Un primer grito exclamando: “Dale Marciano,
¡Mételo!”. Y detrás otro más: “¡Hacelo por vos!”. Concluyendo con uno que
decía: “¡Y por los pibes del potrero!”.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Eran el “Panza” y los hermanos mellizos “Ratón” y “Comequeso” quiénes
gritaban. Eran sus amigos, los mismos que habían ido a su casa al mediodía a
buscarlo pero que ahora estaban allí haciendo el aguante detrás del alambrado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri;">Juan se emocionó al<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>reconocer
esas voces. Y les hizo caso; camino la medialuna del área, llegó al punto penal
y metió una rabona, esas de fantasía ensayadas en los potreros dónde la pelota
se clava en el ángulo. Diluvio de agua y desborde de alegría. El árbitro hizo
sonar el silbato convalidando el gol y dando por suspendido el partido por la
lluvia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-fareast-font-family: Calibri;">Era cierto que él de arriba tenía preparado lo mejor para Juan “El
Marciano”. Es que los partidos en los potreros no tienen horario y se juegan
igual, llueva o no llueva.<o:p></o:p></span></p>concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-18374698612214894712022-12-15T05:19:00.002-08:002022-12-15T05:19:37.866-08:00La despedida – Beatriz Solé<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La suma de las felicidades no siempre da
felicidad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Muchas veces, la adrenalina de la
cotidianeidad llena, llena momentos, llena horas, minutos y segundos. Pero
cuando eso se detiene el cuerpo empieza a pelear con el cerebro, el corazón y
los órganos que no se resignan al cambio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La maquinaria estaba preparada para marchar
lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, domingo, meses, años; así,
con rigurosidad.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Trabajador incansable.
Se resistía a las vacaciones, al tiempo libre, que -sentía- detenían el pulso
de su vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El reloj marcaba las 7. Como autómata se
sumaban 5 minutos más al descanso, como si eso lograra despejar el cansancio
por el desvelo. No estaba conciliando el sueño últimamente. Le preocupaba el tiempo
que vendría, su retiro voluntario e involuntario. Según las órdenes de su jefe,
le quedaban 5 días, su última semana se iniciaba esa mañana. Justo esa mañana.
Donde todo giró 360 grados.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Prendió la luz del baño y la vieja estufa de
cuarzo, el frío era intenso, pero no importaba. Desde muy pequeño había
experimentado como calentarse de diferentes maneras, con la latita del alcohol
en el baño, apurando la ducha para no quedarse helado. Su madre le había
enseñado las mil y una maneras de pelear contra todas las inclemencias que se
presentaron en su vida. Si llovía salía con sus viejos zapatos que ponía en una
bolsa minutos antes de entrar a la fábrica para calzarse las zapatillas
impecables. Nadie debía sospechar que vivía en la última calle del barrio donde
el barro cubría todo de punta a punta con los primeros 10 milímetros caídos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Aprendió a sortear todo tipo de escollos.
Desde los 16, comenzó su camino de lucha. Se puso su familia al hombro y sin
discusiones, cargó con su padre, su madre y su hermano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Había marcado la tarjeta siempre justo un
minuto antes de la hora. Era constante, rutinario, metódico y solitario. La
primera tarea en sus inicios fue sencilla, ordenar tornillos, tuercas. Una dos,
tres mil por día, pero no se quejaba, nada decía. Sus manos se trababan, a
veces, pero las frotaba unos instantes y retomaba. Así fue creciendo, con
humildad, sin protestar, pero firme en sus ganas de crecer. Llego a ser jefe de
su sector en pocos años. Su relación de confianza con el dueño comenzó a darse
con el tiempo. En cada recorrida de los patrones él se destacaba. Saludaba con
respeto, agradecía el trabajo y aportaba datos importantes para agilizar el
trabajo. Su mirada sobre la funcionalidad del resto y la operatividad era
aguda. Podía distinguir quien trabajaba con ganas, quien no, quien perdía el
tiempo y quien lo optimizaba.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Las charlas se habían vuelto más frecuentes y
de a poco se vio sorprendido con la noticia de un ascenso como gerente de
planta. Y así fueron pasando los días hasta esa mañana en la que marchaba rumbo
a su trabajo, con muchas expectativas, sospechando despedidas y sorpresas a las
que siempre se negaba.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Esa mañana se permitió llegar un poco más
tarde. Marco la tarjeta, su cabeza funcionaba a mil, sería la última vez que lo
haría. En sus desvelos pensaba en los premios, en el reconocimiento, en todo
los que había dejado a lo largo de su vida en esas paredes, en esas máquinas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Su sencillez no le permitía pensar e imaginar
más que un breve discurso de sus compañeros, un brindis y partir.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El ruido del reloj lo volvió a la realidad. Y
luego de eso una explosión lo tiró para atrás y lo dejó aturdido en el piso.
Polvo, gritos, y sirenas fue lo que siguió. No logró recordar nada hasta pasado
el mediodía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Quiso volver luego de recobrar las pocas energías
que habían quedado, con el dolor en los huesos y la cabeza aturdida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Qué
había pasado, dónde habían quedado las palabras de despedida que esperaba, los
abrazos y los buenos momentos. Todo bajo los escombros; junto con los cuerpos
de sus compañeros, su jefe, sus almanaques marcando los días que faltaban.
Sillas retorcidas, maquinas detenidas, controles sin control. Todo era
destrucción. Así de un momento a otro había volado su historia. ¿Por qué? ¿Por
qué esta despedida tan fatal?<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Así transcurrió esa mañana que nunca
olvidaría.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pudo quedarse con el dolor, con la bronca,
con la furia. Pero pasados los días su cabeza no hacía más que pensar en las
familias de todas las víctimas. Hasta que una mañana, tomó su bolso, partió
como cada uno de los días de su vida, a ese lugar, donde quedaba sólo polvo y
escombros. Miro la desolación del lugar y dijo no vencerse. No por él, que ya
esperaba solo el descanso, sino por sus compañeros que ya no estaban, por su
jefe que lo había respetado y le había hecho amar ese lugar como propio. Plantó
una bandera, convocó a las familias, hijos, hermanos, esposas. Peleó por el
lugar. Buscó la manera de rescatar lo poco que quedaba y empezó a tocar
puertas. Los poderosos -como siempre- dudaban y fallaban. Pero nada hacía que desistiera.
Fue de a poco reorganizando, primero la gente, luego el lugar y por último
nuevamente a tocar puertas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Cuando todo está en ruinas, la vida, las
cosas, la gente, el país; allí se ve con claridad, quién viene al rescate y
quién tira más piedras.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Casi en simultáneo como en paralelo
observaba, anotaba. Los años y la experiencia lo ponían al final de su camino,
nuevamente en la meta de partida. Y es difícil, a veces no queremos volver a
largar, por cansancio, por el dolor de las heridas. Pero el mate, la energía de
los más jóvenes hicieron que poco a poco las paredes se levantaran. Los gritos
de dolor, el silencio, comenzaban una pelea cara a cara con voces, canciones,
hasta algunas tímidas risas de los más pequeños que acompañaban a sus padres.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pasaron dos años, y en aquel lugar una
esperanza se ponía nuevamente en marcha.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Él, era el gran protagonista. Aunque se
escondía detrás de todas sus vergüenzas, sentía en el pecho la felicidad de lo
logrado. Estaba parado frente al reloj nuevamente. No iba a marcar la tarjeta.
El destino lo había puesto en otro lugar. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Fue el jefe de la reconstrucción, fue el
patrón de todas las lágrimas y los lamentos y supo conducir a todo ese equipo a
un destino triunfal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Trabajó sin descanso por lo que creía justo,
y de golpe su corazón volvió a la mesa de su casa de niño, a los esfuerzos de
sus padres, a la calle, al barro, a la mesa con pan y mate cocido, a las zapas
de lluvia y a las rotas, al baño frío, y a la panza vacía.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Se sonrió por dentro -sólo esbozo una mueca-
pero estaba feliz, no sabía si vendría ahora su tiempo de descanso, al menos
sabía que su tiempo de lucha estaba cumplido. <o:p></o:p></span></p>concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-13920233139463457572022-12-15T05:18:00.001-08:002022-12-15T05:18:28.739-08:00La niebla - Ana María Mondino<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Me gustan las
mañanas con niebla. Me remiten al lejano tiempo de mi infancia allí en el
campo, poblado de hadas y otras fantasías que alimentaban las lecturas de los
cuentos y mi padre que siempre nos relataba historias donde las almas de los
muertos que no querían alejarse volvían escondidas en la niebla a recorrer los
lugares donde vivieron.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; text-indent: 21.3pt;">Recuerdo una de
estas historias que él solía repetir y que con mis hermanos escuchábamos una y
otra vez junto al calor de la cocina de leña en las largas noches de invierno.
Esa historia a la que mi padre agregaba nuevos detalles cada vez contaba que,
en aquellos campos, cuando él era todavía un niño, hubo un paisano que tenía un
hermoso caballo blanco a quien se lo veía muy temprano en las mañanas andar
trotando por los pajonales junto al río hasta perderse en el horizonte. Que una
mañana de niebla muy cerrada el caballo rodó y este hombre murió ahogado al
caer en el remanso del río y nadie pudo retener al animal que salió al galope y
se perdió en la neblina, que desde entonces en las mañanas de intensa niebla se
lo veía vagar por el estero hasta que una sombra lo montaba y desaparecían en
la gris humedad del paisaje.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">Luego me dijeron
que la niebla era una nube que se posaba sobre la tierra, saber eso fue
maravilloso que hizo de esas mañanas algo mágico. Era estar dentro de una de
esas nubes que tantas veces, tirada sobre la gramilla, contemplaba para
encontrar en sus cambiantes formas animales, flores, ogros y princesas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El tiempo pasó, las princesas y los ogros
quedaron perdidos en un pasado que dejó sus huellas y vive en mis recuerdos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ayer fui a caminar con mi perra por la orilla
del río, al acercarnos a la zona una densa niebla nos fue envolviendo a pesar
de que al salir de casa se veía despejado. Así, lentamente, quedamos inmersas
en un paisaje misterioso y gris. El sol era una fría mancha blanquecina entre
las ramas secas, la cina-cina y los árboles más pequeños se veían a penas como
dibujados por un lápiz. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">El río cual un
geiser gigante soltaba su vapor hacia la altura; los pastos, las finas ramas
aletargadas y alguna telaraña lucían engalanadas con líquidas perlas de niebla
condensada. Mudas las aves postergaban su vuelo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES;">La vida era un silencio
gris a nuestro alrededor y nosotras avanzábamos hacia un horizonte misterioso y
oculto. Fue entonces que tuve la sensación de que alguien caminaba a mi lado.
Me detuve y miré, mi perra marcaba fijamente un punto junto al río, allí la
figura fugaz de un jinete y su caballo corrían buscando ese horizonte perdido.</span></p>concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-42392671875072804032022-01-12T04:02:00.000-08:002022-01-12T04:02:24.718-08:00Hombres de fuego - Elida Cantarella <p> </p><p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Inglaterra, 1828<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Objetivos de
la misión: realizar relevamientos cartográficos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Así reza en
las páginas oficiales. Aunque son variados los intereses que mueven a estos
hombres en la exploración de costas y territorios. La nave se<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>alista para la travesía oceánica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">No es común
que las mujeres integren una dotación expedicionaria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Irina lo
sabe. De regreso de una excavación en el Nilo discute con su padre. Es la hija
del capitán y está segura de convencerlo. El equipo de tierra necesita los
servicios de un geólogo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Es mujer,
eficiente y aventurera. No encuentra otros<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>impedimentos que no sea vestir ropas masculinas y fraguar un nombre. Sin
lograr el cometido se queda en Plymouth a la espera de un nuevo destino.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Tierra del Fuego,
1829<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Temida y
bella. Cubierta por nieve y glaciares. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Paisajes de
agua, cortados por cinturones de bosques, descienden hasta bahías y estrechos,
solo interrumpidos por el paso de algún ventisquero. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Una pendiente
escarpada se precipita en el canal Onachaga. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El bergantín
surca los canales fueguinos. La tripulación se enfrenta a los “Hombres de
barro”. Desnudos. Cubiertos por una maraña de pelos. Profieren gritos, más
parecidos al animal que a seres humanos. Se cubren con pieles de nutrias o
trozos de cuero. Se mueven en canoas, bajo persistentes lluvias, construidas
con maderas endebles. El agua que cae, unida a la que salpican los remos,
resbala por cuerpos curtidos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Los
expedicionarios tienen ante sus ojos los más bellos fiordos. Los glaciares desaguan
y entierran sus lenguas en el fondo del mar. Pero les temen a las borrascas y
al azote de los vientos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Al indígena
lo compran con un botón de nácar. Con artimañas y promesas cargan en las naves
hombres, niños y mujeres. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Inglaterra, 1832<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Después de
meses de luchar contra oleajes embravecidos, la nave fondea en el puerto de
Plymouth. Irina espera a su padre. La embarcación queda en el amarradero. Algún
que otro mercader se hace cargo de los fueguinos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">A la
arqueóloga no le es indiferente la presencia de mujeres. Mucho menos cuando
tiene ante ella a un apuesto joven de tez morena. En completo silencio regresan
a la casa. Ella sabe del cansancio de su padre, y él sabe la razón del silencio
de su hija. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En días
sucesivos, cada huésped encuentra una finalidad asignada. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Irina retoma
la comunicación con su papá. Pide un informe detallado de los visitantes. El
capitán prioriza el costado humano, gente necesitada de socialización y
trabajo. Irina le propone que lleve al muchacho. En la casa hace falta un
jardinero.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Los yámanas
son presentados en sociedad. Rasgos físicos desproporcionados, baja estatura y
un lenguaje primitivo provocan la sorna del europeo. La viruela los persigue y
los voltea. Algunos no vuelven al lugar donde brilla la Cruz del Sur.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El joven
Tewesh, de la tribu de los onas, es conducido a las afueras de la ciudad. Lo
esperan rosales con pulgones y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>poda de
arbustos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pronto
establece con Irina un acercamiento más allá de lo laboral. Relación que el
padre no ve con buenos ojos. A Irina mucho no le importa. El fueguino siente
más que respeto por ese hombre, le teme. La muchacha, lejos de imaginar el
comportamiento del hombre blanco en tierras australes, le resulta algo
exagerado el temor de Tewesh.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Los demás
nativos son objeto de estudios. Resulta muy significativo que en una misma
comarca convivan etnias tan desiguales. El ona es admirado como un<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Hércules. Esbelto, de gran agilidad, altura
promedio de un metro ochenta en el hombre, algo menor en las mujeres. Porte que
acentúa la altivez y la arrogancia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Inglaterra,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>1834<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Ante el temor
de más muertes y persecuciones endémicas, en la población fueguina, se prepara
un nuevo viaje para retornarlos al lugar de origen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Irina,
sabiendo la respuesta de su padre, prepara en secreto el equipaje. Esta vez
será de la partida. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El horario
nocturno del embarque juega a favor en los planes de la chica. Al padre no le
parece mal que su hija despida al jardinero. Siente alivio por el fin de una
pesadilla.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Después de
romper amarras, la proa del barco enfila hacia el Atlántico. El mar y los
ánimos se calman. El capitán tiene todo bajo control, solo que ha perdido de
vista al apuesto Tewesh. El maestre se encarga de buscarlo. No lo encuentra en
el compartimento asignado a los indígenas. Nadie sabe de él. Después de muchas
indagaciones pasa el informe al capitán. El timón queda en manos de un auxiliar
y sale en su búsqueda, no sin antes proveerse de un arma. Recorre los lugares
ya recorridos. Desciende a la bodega. La puerta está trabada. La golpea y no se
abre. Con la ayuda de una barreta logra derribarla. Detrás de las estribas y
envueltos en mantas ve dos cuerpos. A él lo reconoce enseguida. No puede
entender que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la que está en los brazos
del indio es Irina. Apunta el arcabuz en la cabeza del joven. La muchacha es
más rápida y se le tira encima cubriéndolo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Al amanecer
del nuevo día, tres cuerpos son arrojados al mar. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Tierra del Fuego, 1880-1910<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Los
colonizadores extinguen las últimas reservas autóctonas. Por más que los
nativos se atrevan a convivir con mamíferos en grutas excavadas por el mar,
alejados de la codicia, lejos del verdugo, son cazados como animales.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Algunos se internan en los bosques. Pero
hasta allí son<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>perseguidos por los
cazadores de indios. El estanciero paga una libra por testículo y senos, media
por cada oreja de niño. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Los
sobrevivientes del genocidio son trasladados a una isla. El lugar pertenece a
una orden religiosa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Luego de veinte años solo queda un cementerio.
Las cruces recuerdan a los hombres de fuego en una tierra de hielo.<o:p></o:p></span></p>concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-1685382448593344002022-01-12T03:46:00.001-08:002022-01-12T03:47:32.425-08:00El tarrito de la abuela - Ester Bossi<p> </p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Las gallinas se arremolinaban alrededor
de Benedetta mientras les arrojaba puñados de maíz. Sus tres hijos jugaban
tranquilos en el patio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Hacía ya quince años que Benedetta y
su esposo Agostino habían dejado el pequeño pueblo de su Liguria natal en busca
de un lugar más próspero en un rincón de paz. A veces, algún pensamiento nostálgico
se cruzaba en su camino. Pero al observar el trigal con las espigas maduras
ondeando al compás del viento, se sintió bendecida. No faltaría más el pan en
su mesa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Los gritos de alegría de los niños la
sacaron de su abstracción. Llegaba Agostino. Había ido en sulky hasta el
almacén de ramos generales de don Pedro, al lado de la estación de ferrocarril,
apenas a una legua de distancia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Para los hijos, el regreso del padre
era siempre una fiesta porque invariablemente les traía alguna golosina. Esta
vez, la sorpresa fue para Benedetta: había llegado una encomienda de Italia.
Una caja que abrió con manos temblorosas y sin contener la ansiedad. Para su
gran asombro<span style="color: red;">, </span>se encontró con el tarrito de la
abuela, aquel donde ella guardaba un “polvito mágico”, que con solo dos
cucharadas que agregaba a sus tortas las transformaba en un manjar. Mientras acariciaba
el objeto con la punta del delantal se secaba las lágrimas. En un instante<span style="color: red;">, </span>se vio en la infancia sentada a la mesa grande de la
cocina junto a hermanos, primos y a su querida abuela sirviéndoles una taza de
leche caliente y un trozo de torta. Sonidos, colores, sabores y olores
envolvieron a Benedetta. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">No había ninguna nota. Pero no le dio
importancia porque solía suceder. Estaba segura que pronto llegaría una carta. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">¡Estaba tan contenta de ser la
poseedora del tarrito y su magia en polvo! Sin demora, Benedetta comenzó a
hornear tortas, bizcochuelos, masitas… aunque sabían bien, no tenían aquel
gusto de la niñez que tan bien recordaba. Tampoco lograba que leudaran correctamente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Una tarde, mientras <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Benedetta y Agostino estaban tomando unos
mates en el corredor de la casa y degustando un budín, vieron acercarse a Juan
Velázquez al trote de su tobiano. Era un buen vecino y una persona muy
servicial. Ese día,<span style="color: red;"> </span>traía una carta de Italia,
que había llegado en el tren de la tarde. El encargado del almacén le había
pedido que de paso se la llevara a doña Benedetta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">No aceptó la invitación del matrimonio
a pasar un rato con ellos. Solo tomó un mate en el estribo y partió al galope.
En el cielo, nubes grises y negras amenazaban con una tormenta. Ya se veían
algunos relámpagos y había comenzado a soplar un viento arrachado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Benedetta abrió el sobre emocionada.
Era la letra inconfundible de su hermana mayor. Sin embargo, esa emoción se fue
transformando a medida <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que avanzaba la
lectura. Como nunca antes en su vida comenzaron a temblarle las manos y sus
ojos parecían desorbitados.<span style="color: red;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">“…<i style="mso-bidi-font-style: normal;">esperamos
que te llegue bien el tarrito de la abuela. Nosotros sabemos lo que la querías.
Para que la tengas muy dentro de ti, cerquita del corazón, te lo enviamos junto
con sus cenizas."</i><o:p></o:p></span></p>concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-61871443296557017112022-01-12T03:40:00.000-08:002022-01-12T03:40:13.957-08:00Mocasín 44 - Oscar Zapata<p> <span> </span><span> </span><span> </span></p><p class="Standard" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span> </span><span> </span>Al Flaco lo conocí en
la quinta, en el embudo de las inferiores, ahí donde nos emparejamos todos y se
empiezan a definir un montón de cosas no solo del fútbol sino también de la
vida. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pibe, de la vida</i>, así nos decía
Coco, nuestro gran DT de la quinta división de fútbol de aquel legendario Club
Atlético La Esperanza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="Standard" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Recuerdo que para esa pretemporada
éramos un montón, nadie quería quedar afuera, pero a medida que se iba acercando
la apertura de aquel campeonato ya Coco tenía en mente el equipo titular y
también los suplentes. El Flaco no faltó a ninguna práctica, se disputaba la 9
con el Tanque, un santiagueño que había venido con su familia para la temporada
de la deschalada y se quedó a vivir en mi pueblo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="Standard" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Para cuando arrancó el campeonato el
Tanque fue el titular y el Flaco, suplente, entre los que también estaban el
Oreja, arquero suplente, y el Chan, un zurdito que jugaba en cualquiera de los
puestos de atrás. El Tanque era un tipo habilidoso, tenía técnica y además ya
había pegado el estirón. El Flaco tenía lo suyo, no era muy habilidoso pero
ponía bien el cuerpo y tenía una zancada impresionante; de movida, cuando
arrancaba, en los primeros 3 o 4 metros, te sacaba 2, después a correrlo... Más
allá de esto, había una cosa que tenían en común, los dos calzaban lo mismo,
fue por eso que Milanesa, nuestro utilero, se había puesto en campaña para
rescatar un par de botines 44 y al tiempo los había conseguido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="Standard" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En la mitad del torneo estábamos
tercero a tres puntos del primero que era El Yacaré, con el cual nos
enfrentábamos ese próximo fin de semana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="Standard" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El Yacaré tenía un equipazo y era el
club emblemático de mi pueblo, así que en esos días no hubo mucha práctica, lo
que sí hubo fue mucha charla. Coco nos habló de muchas cosas, pero que poco tenían
que ver con el fútbol y sí mucho con la vida, como el compromiso, la
responsabilidad, el respeto, la humildad, la fe y la esperanza que es lo último
que se pierde. Por supuesto que el partido había que jugarlo, decía, y que eran
90 minutos donde todo podía pasar, lo único que no podía pasar era que nosotros
termináramos de rodilla. “Hay que dejar todo”, repetía Coco, “no solo por
nosotros sino por el club y su gente”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="Standard" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El viernes fue la última práctica
antes del partido y fue un monólogo de lo que había pasado días anteriores, un
poco de físico, un poco de fútbol y otra vez mucha charla. Todos escuchábamos
muy atentamente aquellas palabras de Coco que no paraba de repetir: el
compromiso, el respeto entre nosotros, compañerismo, actitud, y pase lo que
pase la frente en alto. El sábado llegó. Estábamos citados para las 13:30, el
partido era 14:30, así que 13:31 ya estaba todo el equipo titular en el
vestuario. Milanesa, mientras nos entregaba la ropa, nos preguntó si necesitábamos
algo. Nadie contestó nada, estábamos cada cual en lo suyo, con la cabeza puesta
en el partido. En eso entró Coco con la gente de la Liga para firmar las
planillas, y ahí nos dimos cuenta que justo ese sábado ninguno de nuestros
compañeros suplentes había llegado.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="Standard" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Salimos a la cancha acompañados por
Milanesa y mientras entrábamos en calor Coco pegó un grito que se escuchó hasta
en el cielo: “Flaco, querido, llegaste, sabía que no me podías fallar”. Miré
para la entrada de la cancha y lo vi al Flaco. Cómo olvidarme, de camisa manga
corta, jean y mocasines 44. Entró con la bicicleta de tiro, porque el Flaco los
sábados le hacía la cobranza al padre, que era apicultor, repartía en la semana
y después el Flaco se dedicaba a cobrar. “¡Metele Flaco!”, dijo Milanesa, “andá
para el vestuario así te ayudo a cambiar”. Cuando los demás se dieron cuenta,
empezaron a aplaudir aquel noble gesto del Flaco que sí o sí quería estar, como
siempre, aunque sea de suplente. El partido arrancó, los primeros veinte
minutos no podíamos pasar la mitad de la cancha, al santiagueño lo marcaban de
a dos y ya faltando diez minutos para que termine el primer tiempo, en un
descuido, llegó el primer gol de ellos. Nos fuimos al vestuario 1 a 0 abajo. Después
de un rato Coco nos habló: “Hay que seguir así”, nos dijo, “no estamos tan
lejos”. Y dándonos unas palmaditas sobre nuestras espaldas, Milanesa repetía: “la
esperanza es lo último que se pierde”.</span><span style="font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="Standard" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Al final, cuando ya salíamos del vestuario,
se escuchó el grito del Flaco: ¡Vamos muchachos todavía! Entramos a jugar el
segundo tiempo con más cansancio que motivación. La cosa era aguantar, sin
darnos cuenta nos estábamos arrodillando. Para mal de peores, faltando veinte
minutos, la única que tuvo el Tanque la pierde cuando es cruzado de mala fe por
los centrales del equipo rival y ya no se pudo levantar, el tobillo se le iba
hinchando segundo a segundo. Con Milanesa en el campo empezaron a hacerle señas
a Coco para que hiciera el cambio, ya que el Tanque no volvería, al menos por
ese partido. El Flaco empezó a entrar en calentamiento, con unos piques cortos
y unos movimientos laterales, mientras Coco le daba las últimas indicaciones.
Creo verlo al Flaco entrar a la cancha con la cabeza levantada, el pecho
erguido, y la mirada desafiante, como diciendo “¡acá estoy yo!”.</span><span style="font-size: 12.0pt;"><o:p></o:p></span></p>
<p class="Standard" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Se reanudó el partido y el Flaco los
empezó a correr a todos y cada vez que tocábamos una el Flaco la pedía. En una
pelota dividida, mitad de cancha, me acuerdo clarito, a mí que estaba de
marcador de punta, me quedó servida. Solo y sin marca me dio el tiempo justo
para poder pararla y ponérsela al Flaco a la carrera entre aquellos dos
centrales malevos. Medio como que lo quisieron cuerpear e intentaron agarrarlo
de la remera pero el Flaco era tan ligero que en esos primeros metros fue imposible
pararlo, y allá corrió de cara al arco, el arquero salió al borde del área
grande para poder achicarle, pero el zapatazo del Flaco ya había partido, un
derechazo cruzado junto al palo y el arquero, que dudó en tirarse porque algo
más que la pelota había partido en aquel sablazo. Era el mocasín del Flaco. Nadie
se había percatado de que el Flaco había entrado a jugar de mocasines; por eso,
cuando en el fondo de la cancha una pirámide humana lo tapó al Flaco en aquel
gran festejo, Milanesa entró con los botines del Tanque para cambiárselos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="Standard" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Así fue como el árbitro del partido
vino a dispersar aquel festejo y a reclamarle al Flaco que se atara los
botines, mientras Milanesa buscaba disimuladamente atrás del arco el otro
mocasín. El partido termino 1 a 1 y ese año salimos campeones. El festejo fue
interminable, el Flaco salió en andas de la cancha al vestuario y a partir de
ese encuentro, él se ganó un lugar entre los once. “¡Dale campeón, dale campeón!
Y un minuto de silencio…”, era uno de los tantos cánticos que se escuchaban
dentro de aquel vestuario, mientras en las brumas de las duchas y el revoleo de
toallas, una luz casi como un destello entró por aquella vieja claraboya,
iluminando por un instante el par de maltrechos mocasines número 44. Coco no
paraba de llorar, de la emoción por supuesto, Milanesa festejaba a los saltos
con todos nosotros, y en eso llegó la gente del club que venía a felicitarnos y
de paso a decirnos que a la noche estábamos todos invitados a la pizzería de
Chocho, habría pizza y Coca para todo el mundo a partir de las 21:00. Coco pasó
a buscar al Tanque en el auto y se bajó en la pizzería con muletas, Milanesa
llegó con una caja, andaba buscando al Flaco, decía que se había olvidado los
mocasines allá en el club, pero el Flaco apareció con otro par, impecable. Fue
ahí que le pregunté:<o:p></o:p></span></p>
<p class="Standard" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>-Flaco, ¿compraste zapatos nuevos? <o:p></o:p></span></p>
<p class="Standard" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>-No, no, son los mismos de siempre -me
dijo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="Standard" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Después, ya dentro de la pizzería, todo
era grito, cantos y alegría, algunas anécdotas sobre el partido… Mientras
Chocho servía las mesas, la caja que había traído Milanesa quedó sobre una
silla y pasó desapercibida para todos, menos para mí, que sabía su contenido y
sentí, en ese preciso instante, que algo más que un destello de luz había
entrado aquella tarde por la vieja claraboya del club… “¡LA ESPERANZA!”.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 14.0pt; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><o:p></o:p></span></p>concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-58445102173148898982022-01-12T03:35:00.001-08:002022-01-12T03:35:55.065-08:00Asilo - Alejandro Zubiaur<p> <span> </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Golpean a la
puerta, son las 11 hs. de la mañana. Afuera el sol tibio seca el rocío del
césped que rodea la antigua casona. Adentro se puede ver caminando ida y vuelta
por el pasillo a esa mujer que sorprende con su desamparo, aislada por esas
rejas de hierro forjado en monótonos cuadrados, por su locura, por el odio de
sus hijos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">De sus compañeras,
unas pocas, se preguntan cuál habrá sido la razón de su ingreso a esta
residencia donde ya todas saben que se entra de distintas maneras pero se sale
solo de una.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Vuelven a golpear a
la puerta. Quizá sea el servicio de emergencias, en el interior sobran los
casos que requieren asistencia psiquiátrica, como lo demuestran las noches
pintadas de gritos y aullidos. Algunas de las residentes, las de espíritu más
frágil, no soportan esta realidad tan poco firme como una gelatina frutal. Pero
ella está bastante entera aún, recuerda, oye y ve todo, y eso la convirtió en
peligrosa, según ella dice. ¿Qué puede ver u oír? Peligroso para quién, en este
lugar terminal, aislado de la realidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">En la lucha por no
resignarse a estar donde está, ella encontró la fuerza para resistir. Para no
rebajarse, nunca ha compartido nada con las demás. Porque las otras son las
viejas que no pueden más, las que desvarían. Y ella no entiende por qué la
dejaron ahí.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Se fue
acostumbrando a quejarse sin abrir la boca, en silencio: por la comida escasa y
desabrida, por los sordos que gritan, por la poca luz, por las descomposturas y
retorcijones, por la limpieza inexistente, por todo, por nada. También se queja
por no poder hacer lo que se le venga en gana, por las normas, por los
horarios, por la organización férrea que marca ducha y cambio de ropa los
martes, jueves y sábados. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Y además afuera
está el virus que como el pecado acecha a todos en la luz, en la oscuridad,
entre los árboles añosos que cercan la casona, en cualquier lugar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Algunas veces
desea, se permite hacer proyectos, de salir, de volver a su casa, a su trabajo
cotidiano. Otras veces la paraliza el terror a los drones que filman a través
de los vidrios sucios de las ventanas eternamente cerradas, a las cámaras que
custodian como figuras mitológicas la entrada y la salida, a los micrófonos que
todo lo oyen, a las máquinas que graban en video multicolor sus pensamientos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Golpean otra vez.
Quizá solo sean los de sanidad, que bajarán de su camioneta y enfundados en sus
trajes de brillante plástico blanco tomarán la temperatura de cada una, llenarán
las planillas y se retirarán antes de contagiarse. No del virus, sino de algo
aún peor: la angustia de no saber para qué vivir.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Las demás, sus
compañeras, se sientan como siempre en sus sillas pegadas a la puerta y esperan,
y esperan la llegada de algún pariente con una orden de salida. Y mientras
esperan se hamacan, y miran a través de los vidrios, inclinando la cabeza,
entrecerrando los ojos, para ver el auto que trae el salvoconducto liberador.
Esperan y gritan en silencio la desesperación de intuir que es inútil. Se
tranquilizan con la llegada del reparto de la verdulería, o del supermercado.
Esa llegada que asegura de una forma primaria la subsistencia, y es la prueba
de que todavía existe un afuera, una esperanza.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Adentro no es tan
duro como parece, hay un orden, un horario a las 9 hs. desayuno, 13 hs.
almuerzo, descanso hasta las 16 hs., 17 hs. merienda, cena a las 19 hs., un
menú semanal que asegura la ingesta de los nutrientes necesarios, un pastillero
individual con los remedios correspondientes. Y hasta un médico asiste algunos
días para certificar la supervivencia. Porque lo único importante es eso:
sobrevivir al día de hoy para llegar a mañana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Y ella entendió
cuál era la única manera de salir, solo demoró un par de días en darse cuenta y
desearla.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Golpean a la puerta
otra vez.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Quizá sea una vieja
nueva, a la que habrá que mostrarle los lugares, explicarle la organización,
quitarle las esperanzas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Quizá sea la parca
para cumplir el deseo de alguna.<o:p></o:p></span></p>concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-5721429348965323312022-01-12T03:27:00.003-08:002022-01-12T03:27:42.198-08:00La niña Herida - Ana María Mondino<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Cuando
nació la niña hubo fiesta en el cielo con un big bang de estrellas. Una sopa
tibia de embriones fue su primer alimento y su reino simiente de vida. Pequeños
seres surgieron de las aguas que la niña, mágica y perfecta, fue poniendo a
cada uno en su lugar, estableció las leyes, repartió plumas, escamas, lana,
pelos uñas y dientes. Esparció las semillas de los bosques y amontonó la arena
en los desiertos. Dio libertad para adaptarse siempre dentro del orden
establecido, pero un día alguien rompió el cristal y superó el límite. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La
pequeña casa sobre la barranca del rio a la vera del monte era el refugio de
aquel hombre solitario que cada día desde muy temprano por el sendero
zigzagueante entre los arboles llegaba a su trabajo en la plantación de
frutales de don Julián.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Este
hombre amaba los animales, nunca mató alguno de ellos. Se alimentaba de
vegetales que él mismo cultivaba en una pequeña huerta junto a la casa, el
bosque le proveía de hongos, raíces, frutos y plantas que completaban su dieta.
Un manantial cercano que vertía su agua en el rio fue su abrevadero natural
como el de tantos animales que acudían allí a beber.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Un
atardecer de primavera al regresar de la plantación el hombre se bañó en el
rio, luego colgó la hamaca entre dos árboles y se acostó mientras en el
horizonte lejano la luna llena se elevaba majestuosa sobre el río y los grillos
iniciaban su concierto enamorado, entonces cerró los ojos y se rindió al
hechizo del momento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Cual
fantasma de la noche vio el hombre a una niña triste que lloraba lágrimas de rocío,
sus cabellos se enredaban en las hierbas, su vestido iluminado por la luna
parecía de espuma y sus ojos brillantes por el llanto semejaban el color del
mar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> <span> </span></o:p></span><span style="font-family: Arial, "sans-serif"; font-size: 12pt; text-indent: 21.3pt;">Las
aves nocturnas repetían sus sollozos que acompañaban el suave susurro de las
hojas.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">EL
hombre se acercó y enlazándola por la cintura la abrazó con ternura, ella apoyó
la cabeza en su hombro y habló en su oído “ya no quedan seres como tú “. Y se
amaron bajo la blanca luz de la luna, se amaron sobre un colchón de hierba
perfumada oyendo junto al fluir del río la serenata de los grillos, las ranas y
los sapos. Se amaron acariciados por la brisa fresca de la noche al amparo de
los árboles. Y, abrazados, emprendieron el vuelo sobre el mundo. Vieron
animales hambrientos desfallecer sin encontrar alimento, vieron ríos secos y
miles de peces muertos, vieron enormes manchas oscuras y aceitosas extenderse
sobre la superficie de los mares, vieron bosque y selvas destruidos, vieron enormes
chimeneas ennegrecer el cielo con pestilentes humaredas, vieron bombas destruir
ciudades y una humanidad entristecida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El
hombre despertó cuando el primer rayo de luz y el trinar de las aves anunciaban
el nuevo día, miró hacia el bosque y creyó ver una etérea figura internarse en
la espesura. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La
máquina avanzó directa sobre aquel árbol centenario. El gigante cayó mientras
allá lejos los hielos dejaban de ser eternos y los mares lloraban sus
habitantes perdidos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El
grito de la niña herida se elevó en el cielo, rebotó en las montañas y deshecho
en miles de ecos llegó a los confines, fue entonces que ejércitos invisibles
salieron a defender a su soberana y su reino.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Y
el enemigo sucumbió. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><o:p> </o:p></span></p>concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-2055088472305218942022-01-12T03:22:00.003-08:002022-01-12T03:23:19.363-08:00La cosa - Alejandro Zubiaur<p> <span> </span><span> </span><span style="font-size: 12pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">La gigantesca nave nodriza apareció de
la nada, atravesando el agujero de gusano que ella misma había generado. Al
llegar a la distancia de aproximación sus motores cuánticos redujeron el
impulso hasta lograr una velocidad de</span><span style="font-size: 12pt; mso-spacerun: yes; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"> </span><span style="font-size: 12pt; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">apenas
una fracción de warp. La computadora había efectuado todos los cálculos para
entrar en una órbita alta alrededor del planeta Radeon X39.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12pt; text-indent: 21.3pt;">En sus viajes de exploración del espacio
profundo la misión actual era simple: estudiar una señal de fotones que se
emitía en forma periódica desde la superficie.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12pt;">Según los protocolos establecidos en su programación
la computadora inició la reanimación de un equipo básico de personal: un par de
biólogos, un astrofísico, un médico, un encargado de comunicaciones, un
astronauta y personal de mantenimiento para reparaciones menores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12pt;">La Cosa había notado a Eso que había
surgido desde lo profundo del espacio y que no solo se le había acercado, sino
que ahora giraba a su alrededor, orbitando sin acercársele, dando vueltas una y
otra vez. El sentirse observada, estudiada, le había despertado emociones,
necesidades, que dormían hacía mucho tiempo. Por donde Eso pasaba, ella sentía
algo que por fuera se parecía a un cosquilleo, un rascado suave, que la
reactivaba, que la ponía ansiosa pero que también escarbaba en su interior, en
sus entrañas, buscando, analizando, generando sensaciones que, si bien no le
disgustaban, no terminaba de entender. Sentía una necesidad imperiosa de
moverse, de estirarse como si recién se despertara. También percibió que de Eso
se desprendía algo más pequeño, que luego de dar unas vueltas se le aproximó,
rodeado de un fuego de calor insoportable hasta que finalmente se apoyó en
ella. Como ya no echaba calor, la Cosa lo pudo estudiar en detalle: dentro de
ese caparazón rígido se movía otro algo más pequeño apetitoso y abundante en
proteínas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12pt;">Él volvió a mirar la ilimitada extensión
rosa coral a través del Duraplex de la escotilla. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Computadora, informe condición del aire exterior</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">, ordenó.</span> En cuestión de segundos
escuchó el nuevo informe con los datos: temperatura, humedad, porcentaje de
oxígeno, hidrógeno, hidróxido de cloro. La composición y características eran
sin duda compatibles con la vida. Sin embargo, lo incomodaba la idea de salir. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12pt;">Desde la nave nodriza los chequeos y
escaneos con sensores de largo alcance habían sido minuciosos: se había
escudriñado cada metro cuadrado, se verificó con los espectrómetros de masa la
composición de la superficie y de una capa de hasta diez kilómetros de
profundidad. En los informes la computadora no detectó nada raro, de hecho,
quizás lo extraño fuera que la materia que formaba el planeta era homogénea. La
presencia de algunos montículos de metales raros en la superficie se debía
seguramente a meteoritos. No se detectaron lagos ni mares, tampoco agua en
forma líquida o sólida bajo la superficie. No se detectaron formas de vida en
base a compuestos del carbono ni del silicio. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Únicos elementos que por su cantidad de enlaces permiten la múltiple
combinación necesaria para generar moléculas complejas</i>, según el informe de
la computadora. La superficie era estable, no presentaba fisuras ni cavernas ni
montañas. Y a pesar de todo eso él desconfiaba, desconfiaba de esa superficie
rosa gomosa que le recordaba a no sabía qué.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12pt;">Se terminó de colocar el traje, cerró el
casco lo presurizo, repasó las conexiones de datos, el enlace de audio con la computadora,
con la nave nodriza y cerró la esclusa interna.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> Computadora, sellar compuerta interna</i>. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12pt;">Parado delante de la escotilla exterior
se aprestó a salir. Con la mano aún en la palanca de apertura dio un último
vistazo, todos los indicadores en verde, y recordó su frase favorita, que como
mantra de la buena suerte repetiría al bajar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12pt;">El siseo del aire al salir a través de
la compuerta abierta fue breve, un salto y se posó sobre la superficie. “Un
pequeño salto para el hombre, un gran paso para la humanidad”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12pt;">De inmediato supo que algo andaba mal,
no podía levantar el pie, la superficie rosa gomosa era viscosa, pegajosa y
blanda, como un… Y entonces se acordó de cuando era chico y mascaba sin parar,
y casi al mismo tiempo delante de él se formó una especie de burbuja gigante que
creció y creció como un inmenso globo que reventó, y él quedó atrapado,
inmovilizado, en esa cosa pegajosa que lo cubrió y lo tragó sin darle tiempo a
pensar.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12pt;">Desde la nave nodriza vieron con espanto
cómo una descomunal erupción rosa se dirigía hacia ellos, a la vez que
desaparecía toda señal desde el planeta. Ni los radiofaros del módulo de
desembarco ni los del traje espacial del astronauta aparecían en los sensores.
Antes de poder intentar el escape, la erupción tocó la nave y reventó
envolviéndola con ese pegote. Y a pesar de sus motores cuánticos, la nave fue
arrastrada irremediablemente al planeta, que de un solo bocado se la tragó.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12pt;">La Cosa rosa golosa se relamió otra vez,
algunos ciclos solares después las estructuras metálicas, retorcidas,
semidigeridas, aflorarían en la superficie de su cuerpo. Posiblemente
funcionara alguna de esas lucecitas que siempre atraían más de esas cosas
voladoras con un relleno riquísimo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;"><span style="font-size: 12pt;"><o:p> </o:p></span></p>concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-76338575638781355882020-01-15T06:55:00.000-08:002020-01-15T06:55:13.129-08:00Estos parásitos - Micaela Aquino<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">¡Ya nos los aguanto más! Son insoportables,
todos son iguales, tan, tan, ruidosos. Ah… A veces me pregunto cómo hace para
soportarlos. A pesar de que siempre le hacen daño, los perdona. ¿No se da cuenta
que de seguir así la van destruir? ¿Los ama tanto como para soportar cada
golpe, cada herida, cada grieta? La verdad, no la entiendo para nada, a veces
creo que ella está loca. Él<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>siempre se
preocupa por ella (aunque yo sea más pequeña y diferente a ellos), dice que un
día de estos los va a destruir a todos ellos, pero sé que no lo hará, ya que si
los lastima también la lastimará <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y él la
aprecia mucho como para lastimarla<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Yo no puedo sentir el mismo amor que siente
ella. Aunque estemos vinculadas, no lo siento. Al contrario, siento un gran
odio hacia esos “parásitos”. La primera vez que los vi me pisotearon y me
pincharon, eso me dolió un montón, pero ella dijo que con el tiempo me
acostumbraría, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>seguro…acostumbrarme a
que me lastimen, ni que fuera masoquista. Desde el primer encuentro siempre traen
unos aparatos para estudiarme, son chiquitos y los ponen en mí, a veces dan
coquillas o picazón, pero con el tiempo te vas acostumbrando. A pesar que ellos
parecen estar interesados en mí, apenas vienen y siempre que vienen se llevan
un pedacito, la verdad no me duele, pero siento que voy a extrañar esos
pedacitos que estuvieron conmigo desde que tengo conocimiento (muchos, muchos
años de conocimiento). Uno de “ellos” (el de los anillos) me explicó que antes
de que ella tuviera a esos “parásitos” hubo alguien más que los tuvo, pero por
culpa de la violencia, de su falta de responsabilidad, por su codicia, “el” terminó
en un estado tan crítico, que perdió todas las cosas que él amaba. Todo su
paraíso se transformó en una tormenta de fuego que lo empujó a la locura, por
lo cual decidió llevárselo. Desde entonces siempre lo tiene cerca, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ya que es el único que lo puede controlar. Le
pregunté una vez qué había pasado con los “parásitos”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-¿Ellos? Ellos solo se fueron, se fueron sin
mirar atrás, dejándolo solo, herido, moribundo, hasta que la encontraron. Ten
por seguro que si ella no los destruye primero, ellos lo aran, y… eso no solo
le dolerá a ella<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Pero… ella los ama, estoy segura que preferiría
morir antes que matarlos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Sí, los ama… pero ese amor la terminará
matando. Te lo diré una vez más por si no lo entendiste, cuando ellos no
encuentren más beneficios, cuando no le sea más “útil”, cuando sea un estorbo,
ahí se van a alejar de ella, pero hasta que eso no pase la seguirán matando
poco a poco. Lenta y dolorosamente. Y luego dicen que ellos la aman. ¿Muy
hipócritas, no lo crees?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-La verdad sí, más que hipócritas son basura,
basura que tendría que desaparecer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Ten cuidado, puede que la próxima vez vayan
por vos, ya empezaron a estudiarte, ¿o me equivoco?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-No voy a dejar que me invadan como a ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Pues ya lo hicieron y más de una vez. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Eso… eso no cuenta, solo vienen y se van, no
hacen lo mismo conmigo que lo que hacen con ella. Además no soportan estar
conmigo por mucho tiempo, son tan frágiles, me da asco que sean tan frágiles
pero que puedan hacer tanto daño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Sí, son tan frágiles pero tan letales. Bueno,
no importa, solo… cuídate y no bajes la guardia ¿sí?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>-Mm…
está bien, si vos lo decís, tendré “cuidado”. Bueno, te dejo, el eclipse va a
terminar, y tengo que volver a mi lugar, te veré en ¿50 años? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Mm… no me acuerdo, pero espero que todavía
vivas para entonces, pequeña.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Eso fue hace tanto tiempo. ¿Cuántos años pasaron
desde entonces? Siempre que lo veo evita el tema de los “parásitos”.
Últimamente vienen más seguido y traen más cosas, dicen que quieren venir a
vivir aquí. Pero eso no me importa en este momento ya que hoy es un día
especial, por fin la podre ver, la última vez que la vi se veía tan débil<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Hola ¿cómo estás? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Ah, hola pequeña, estoy bien como siempre,
je.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Sabés que conmigo no tenés que fingir, sé
que estás mal en todos los sentidos, recordá que soy parte de vos, te conozco
mejor que nadie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Sí, tenés razón, sos la que mejor me conoce.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-No cambiés el tema, no respondiste mi
pregunta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Querés que te sea totalmente sincera -su
mirada, por alguna razón me preocupaba, sentía que lo que me dijera me dolería.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Sí, quiero que lo seas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Yo… voy a desaparecer, no me queda mucho
tiempo, tal vez unos 200 años más pero dudo que pueda resistir más de eso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Di… dime… dime que es una broma, dime que…
es ¡solo una maldita broma!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Lo siento, pero no es una broma. Aunque… me
gustaría que lo fuera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-…Es por ellos, ¿verdad?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Eso…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Fue su culpa ¿no es así? Lo sabía, sabía que
tendría que haberme desecho de ellos, pero no lo hice, no lo hice porque tú los
querías, tú me dijiste que no los tocara. ¿Para qué? ¡¿Para que terminaran por
matarte!? ¿Para eso?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Yo les permití hacer esto, porque los
quería, los quiero y los querré siempre. Cueste lo que me cueste, yo los
seguiré amando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-¿Amarlos? ¿En serio? Me estás jodiendo.
¡Ellos son solo unos parásitos que te están matando! No, no te están matando,
ellos ya te mataron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Sí, puede que tengas razón. Pero no me
arrepiento, porque fue hermoso verlos crecer, reír, verlos ser tan, tan
humanos, cosa que ni tú, ni yo podremos ser, ya que siempre seremos planetas,
¿no es verdad, Luna? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Primero, soy un satélite. Segundo, nada dice
que los planetas no tengan sentimientos, y lo sabés muy bien ¿o me equivoco,
Tierra? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-No, no lo hacés pero mis sentimientos me
dicen que los proteja. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Qué sentimientos más estúpidos tenés, tan
vos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Sí, pero al fin y al cabo son míos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-200 años pasan volando para nosotros, ¿lo
sabés, verdad? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Sí, lo sé, por eso quiero que estemos
juntas, lo poco de tiempo que me queda. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Si es lo que quieres, lo haré, no pierdo
nada, ya… no tengo nada que perder.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Después de eso estuve más tiempo con ella
hablando, riendo, se sentía tan, tan “humano”, pero así como de corta es la
vida de los humanos, así de corto fue nuestro tiempo juntas. El día que ella
desapareció todos los planetas se reunieron y dejaron algo de ellos en los
restos de lo que alguna vez fue la Tierra. Saturno dejó uno de sus anillos,
Marte una de sus lunas, sol un pedazo de él y yo… Yo, ¿qué le podría dar? Yo
era su luna, una pequeña luna. Lo único que pude hacer por ella fue dejar que
estos parásitos vivieran en mí, ya que ese fue su último deseo: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">que solo unos pocos humanos vivan en ti. Por
favor, prométeme que lo harás, prométemelo”</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Fue lo que dijo antes de explotar. Así lo
hice. Solo unos pocos humanos viven en mí, pero… sé que es temporal, sé que
mientras pase el tiempo serán más y más, hasta llegar al punto en que no lo
soporte y también me destruyan, cuando eso pase ¿podré verla otra vez? Los humanos
dicen que después de la muerte hay otra vida. Si eso es verdad, espero volver a
verla y decirle que cumplí mi promesa y los protegí hasta mi último día, hasta
entonces solo cuidaré de estos “parásitos”, mis “parásitos”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-47537377891250971472019-12-23T06:08:00.002-08:002019-12-23T06:08:38.760-08:00Subte B - Miriam Cabral<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Descendió
las escaleras de la estación Lacroze. Hora pico. Cuando parecía que todo el
mundo se había dado cita allí para bajar de un tranco los escalones.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">El vaho de
calor que ascendía duplicaba el de la calle. Ella sintió su malhumor como una
bufanda apretándole la garganta, otro maldito día<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de lo mismo.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">El andén
repleto no le impidió hacer su caminata habitual hasta el puesto de diarios y
allí distraerse unos segundos. El vagón llegó y abrió sus fauces: "Adentro
desgraciados, a sufrir".</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Apretada
como una sardina, se atajó del movimiento de la marcha, se tomó fuerte del
pasamanos. Sabía por experiencia que en la próxima estación todo empeoraría. Los
pasajeros del tren San Martín subirían en la estación Dorrego, elevando la
apuesta.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">El subte se
detuvo. Las puertas se abrieron y montones de cuerpos empujaron para hacerse un
lugar, como cabecitas de alfileres nerviosos.</span><span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;">
</span><span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Se vio arrastrada, perdió pie y
se agarró más fuerte, una sudorosa pasajera quedó a su izquierda, estampada a
ella. El movimiento otra vez y ese ruido particular del subte no pudieron con
lo que percibió a su derecha.</span><span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"> </span><span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Pegado a su costado, tan cerca que no podía girar la
cabeza para mirarlo, estaba un hombre, lo supo bastante más alto que ella, casi
estaba presintiéndolo. Tenía un perfume increíblemente fresco para ese momento
de sopor. Ella sentía cómo las aletas de su nariz se dilataban para apropiarse
mejor de ese aroma.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">No había
ninguna actitud amenazante en la forma en la que estaba parado él. Alcanzó a
ver el cartel de la estación Malabia cuando se dio cuenta claramente de que su
cadera estaba como amoldándose a la pierna de él. Involuntariamente el
traqueteo del subte los iba acomodando.</span><span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"> </span><span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Su cadera en la pierna de él, su brazo contra el
suyo y ese aroma insoportablemente bello, de pinos y de verde, de otro lugar
que no era el maldito vagón. </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Cerró los
ojos para dejar que eso fuese más intenso y descubrió que una corriente de
energía los atravesaba, así, uno al lado del otro. Aplastados por el gentío,
algo como un aura cálida venía de él y la envolvía; no la envolvía, pensó, la
invadía. </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">El tiempo
se hizo lento. Ella estuvo atenta a cada pequeño atisbo de acercamiento que no
fuera ese ritmo que el propio subterráneo imponía.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Y entonces
se permitió volar, justo en la estación Medrano se dejó ir.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Atrás
quedaron: la miseria de viajar como animales, el día interminable en la
oficina, la mirada bovina de su jefe, el café quemado y el sueldo laucha que no
llega jamás a fin de mes, todo se fue por el túnel del subte mientras ella con
los ojos cerrados huía en su mente con su vecino de viaje. Entonces él la sacó
de allí y ella se dispuso a seguirlo a cualquier parte:</span><span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;">
</span><span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">a un baldío, a una piecita de
pensión, a un hotel de lujo, a una tienda en el medio del desierto, donde
fuera.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Y ese
compañero de viaje la aturdió a besos, le quitó el vestido discreto de la
oficinista correctísima y la transformó en hembra, le arrancó la soledad a
manotazos y la recorrió entera, y cuando hizo falta trabajó en ella como un
obrero enajenado y tierno hasta perderla y perderse en el placer.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Se sintió
suspirar y se asustó. Era pánico de que lo que estaba sintiendo en todo el
cuerpo se notara hasta dejarla como estaba por dentro, desnuda.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Hacía tanto
tiempo que no se sentía así, tan frágil y tan erotizada.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Estación
Pueyrredón. Y su perfume y la excitación y algo más. La certeza de que él
estaba sintiendo lo mismo, porque la energía ahora ella la percibía redonda,
intensa, recorriéndolos.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Qué
importaba si por un día llegaba tarde, si él la invitaba un café. O pasar el
día a descuento si ese momento se convertía en una larga celebración de
cuerpos.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Se adelantó
a bajar, pasó por detrás de él e intencionalmente dejó que sus pechos tocaran
la espalda del hombre, no presionó pero no quitó su cuerpo.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Completamente
segura de él siguiéndola, miró a la gente bajar en Callao y esperó la próxima,
la de ella: Uruguay.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">No podía
darse vuelta para verlo, solo quería llegar a destino para pararse junto a él
en el andén y conocer su cara. </span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Las puertas
se abrieron. Ella bajó, se irguió y se dio vuelta entre el tumulto.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Él no
estaba.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Miró por la
ventanilla hacia adentro y lo vio en el mismo lugar.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Su sonrisa
se congeló, él en cambio la miró fijo, le sonrió con una boca perfectamente
seductora y luego le guiñó un ojo.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Se sintió
morir. Como si estuviera adormecida vio el subte alejarse, y la luz se perdió
en las vías. Subió la escalera mecánica como si ella fuera parte de esa
estructura de metal.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Salió al
sol de la mañana, caminó las dos cuadras hasta la oficina, subió las escalinatas
y buscó en la cartera las llaves para entrar.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">Entonces se
dio cuenta de que le faltaba la billetera.</span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-font-kerning: .5pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="es" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: #000A; mso-font-kerning: .5pt;">“Hijo de
puta”, musitó, con los dientes entrecerrados.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; text-indent: 21.3pt;">Y ahí mismo, en medio de la
mañana y de su decepción, se echó a reír, se echó a reír y dijo para sí: “Yo
también te robé”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-align: justify; text-autospace: none; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; text-indent: 21.3pt;"><br /></span></div>
concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-80296478404425740652019-12-23T06:06:00.001-08:002019-12-23T06:06:42.452-08:00Breve estadía - Ester Bossi<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La ubicación del hotel
boutique en lo alto del cerro privilegiaba la vista de la ciudad. A sus pies,
las aguas calmas del lago sólo eran perturbadas por alguna brisa inquieta. A lo
lejos, los cerros se erguían soberbios, cubiertos por la nieve del inverno que se
alejaba sin apuro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El salón vidriado del
primer piso permitía al viejo escritor amalgamarse con la naturaleza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Hacía pocas horas que
se había alojado en el hotel. Según sus palabras, el propósito era terminar un
trabajo. Quizá, la magnificencia del lugar le confería tranquilidad para
alcanzar la inspiración que necesitaba. Por momentos, su lápiz se movía con
frenesí sobre la hojas de un rústico cuaderno, como intentando acortar un
tiempo que lo apuraba; en otros, se recluía en sus propios pensamientos.
Observaba el paisaje cambiante: el lago abrillantando por el sol y los techos
verdes y rojos de las casas dispersas en el valle. Cuando llegaban las sombras y
cobraban vida las luces de la ciudad, los cerros se transformaban en colosos
oscuros que amedrentaban. Sin embargo, nadie podía resistirse a la atracción de
esa postal de la naturaleza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En los momentos de
quietud, la mente del viejo escritor parecía entrar en un misterioso trance.
Tal vez, esa ensoñación lo llevara a un mundo irreal, afiebrado de ideas, donde
lo acompañaran duendes y criaturas mágicas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Quizá, escalaba la
oscuridad de los cerros y ponía luz en las grietas tenebrosas. A lo mejor, volaba
junto a los cóndores en las alturas, caminaba con lentitud por el verde faldeo
de las montañas, o se adentraba en el bosque para trepar a las viejas araucarias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Es probable que,
después de bañarse en cascadas de espuma, se sentara a descansar sobre un
musgoso tronco a la orilla de algún río mientras escuchaba atento la peculiar
música del agua corriendo a través de las rocas. A la vez, se deleitaba
observando a las ninfas que, desde la otra orilla, lo llamaban con delicados
gestos y sensuales voces.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">De pronto, parecía
volver a la realidad reanudando el trabajo, aún con más desenfreno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Pero un día, el viejo
escritor desapareció. Nadie, en el hotel, podía recordar si, aquel hombre había
arribado con algún equipaje. Un asustado recepcionista no encontraba dato
alguno en el registro de pasajeros. Incluso, su habitación lucía como si nadie
la hubiese ocupado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El único recuerdo era
su figura esmirriada de largos cabellos blancos peinados con un cuidadoso
desorden. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Al cuaderno del viejo
escritor, se lo encontró sobre la mesa del comedor, en apariencia olvidado <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Lo curioso fue que,
en sus páginas amarillentas, sólo había dibujos de un mundo fantástico habitado
por estrambóticos personajes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-45487647914955864772019-12-23T06:04:00.003-08:002019-12-23T06:04:41.152-08:00La cena está lista - Élida Cantarella<br />
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Encima de la
podredumbre de los chiqueros se arracimaban jirones de bruma cuando Benjamín
llegó sorteando cascotes y piedras. Pisó el barro infectado de moscas. Un
escalofrío le recorrió el cuerpo. El hambre le estrujaba las tripas, mate
cocido y pan duro constituían últimamente su mejor menú. Se<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>paró un momento<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>arriba de la tranquera que daba a los
corrales y miró, a lo lejos, el caserío. Paredes descascaradas con negruzcos
techos de paja. Todas iguales en medio de un paisaje desolador y mugroso. Sólo
una casa, donde la cal y las tejas la diferenciaban de las otras, dándole el
porte de vivienda digna. Era<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la casa de
la loca, y estaba armada. Los pobladores le temían,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la única en muchas leguas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a la redonda que coleccionaba armas de fuego
de diversos calibres. Hacía muchos años que estaba sola. Era la única heredera
de la pequeña fortuna que había amasado su abuelo en la empresa consignataria
de cerdos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El pequeño
poblado no ofrecía ninguna seguridad. De acuerdo con la situación geográfica, cercano
a la confluencia de rutas, quedaba a merced de ocasionales delincuentes y
forajidos. En varias oportunidades fue objeto de asaltos, era entonces cuando
recordaba los consejos del abuelo: “La platita se defiende con uñas y dientes”.
A las armas de sus antepasados fue sumando otras más modernas. Con mucha
paciencia y perseverancia se familiarizó en su uso. Pasaba días enteros
desparramando pólvora hacia los cuatro puntos cardinales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En ese
atardecer, la mujer encendió luces, colgó guirnaldas, y, la música a todo
volumen desbancó<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a los explosivos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Benjamín miró
una y otra vez. Decidido, tomó la caña tacuara. Largas horas le había llevado
afilarla, era una lanza con punta de flecha. Los animales se amontonaron.
Certero como un rayo bajó su brazo y descargó la chuza en el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lomo de uno de ellos. El puerco<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>gruñó su final en medio de un charco rojo.
Con rapidez intentó arrastrar a su presa. El padrillo se abalanzó<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y revolcó entre el lodazal al pobre
infeliz,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>quien se esforzaba por
incorporarse. Cuando<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo logró, la bestia
arremetió y con las pezuñas abrió surcos en sus piernas. La sangre que manaba
exacerbaba al animal. Lo vio venir hacía él una vez más, y cuando pensó que la
suerte estaba echada, una ráfaga de perdigones espantó al cerdo. Tomó la caña
tacuara, y, ayudándose con ella, logró saltar una montaña de fardos de pasto
seco y salir al exterior. Con escasas fuerzas y el cuerpo envuelto con
escamas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de lodo y sangre enfiló para el
lado de las luces.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La puerta
permanecía entreabierta. Desde el interior, una mujer alzó la voz y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo invitó a pasar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-¡Adelante,
pase! Estoy esperando a mis invitados. Usted debe ser uno de los comensales. Se
adelantó unos minutos, ¡pero pase, pase!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Una larga
mesa se extendía en el comedor. El mantel almidonado, con faldones y puntillas
caía hasta casi tocar el piso. Todo estaba dispuesto para una gran comilona. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La mujer iba
y venía trayendo bandejas con canapés, bocaditos y otras delicias. Lo último en
distribuir fue una selección de vinos de “Bodegas Chafallare”. Descorchó una
botella para convidar a Benjamín, que se había apoyado en una columna. Le
extendió la copa y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>miró el cuerpo
maltrecho del joven. Dudó unos minutos y le ordenó ingresar al baño. Lo
acompañó, y le dijo: en un costado de la bañera encontrará sales minerales,
jabones y toallas. En pocos minutos le alcanzaré un traje, camisa y corbata
para que luzca impecable ante los demás invitados. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La puerta del
sótano se cerró pesadamente dejando caer el pestillo que la trababa. En medio
del aire húmedo e irrespirable las lamparitas titilaron ensombreciendo el reducto.
El muchacho tanteó en vano los rincones en busca de una llave de luz. Descorrió
la cortina del ventanuco y una débil claridad se filtró iluminando extraños bultos.
Se acercó lo más que pudo. Parecían cuerpos. Abrió y cerró varias veces los
ojos. Los palpó y retiró la mano espantado, no tenían piel, no tenían masa
corporal. Eran esqueletos que se descolgaban como marionetas. Tembloroso, hurgó
en los bolsillos buscando fósforos. Encendió las cerillas hasta casi agotar la
caja. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Se paralizó
frente a las osamentas, ya no importaban los ruidos en las tripas y el dolor de
las heridas. La prisión era un agujero genocida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Comenzó a<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>golpear la puerta hasta que un globo violáceo le cubrió las manos. Las
pupilas se dilataron y un temblor lo sacudió cuando un esqueleto se
desmembró<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>arriba de sus pies. Giró, le
dio un puntapié a la cabeza, que salió rompiendo los vidrios del tragaluz. En
el agónico silencio escuchó el giro de una llave. La puerta se destrabó y
Benjamín respiró aliviado. Quiso salir, pero la loca lo detuvo mientras
ordenaba a sus invitados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-¡Adelante
señores, la cena está lista! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNoSpacing" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El ruido de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las pezuñas de los cerdos fue dejando huellas
en el piso que rechinaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-91823804026483809282019-12-23T06:03:00.000-08:002019-12-23T06:03:27.271-08:00La despedida - Federico Dobal<br />
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div align="center" class="Standard" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">-I-<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis: Sos un
pelotudo, flor de pelotudo sos, ese era el último bombín que me quedaba en la
caja. Lo tenías que hacer pelota.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo:
¿Qué querés? Sabes cuánto hace que no cambiaba uno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis: Si, ya
sé, como treinta y cinco pirulos por lo menos. Si falta algo vas a ir vos
solito caminando hasta lo de Norma.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marce:
Parece mentira, tan difícil puede ser organizar un asado. ¿Te acordás? ¿En el
secundario? Salíamos del colegio, pasábamos por casa, nos cambiábamos la ropa,
de pasada comprábamos algo en la carnicería y nos mandábamos para el balneario.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis: ¿Cómo
me voy a olvidar? El frío que pasábamos, en Julio, en Julio, me da frío de solo
pensarlo. Siempre aparecía alguno de la nada y nos salvaba la noche.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo: ¿Te
acordás cuando apareció el loco de los globos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis: Sí que
me acuerdo, me acuerdo bien, era Julio, un grado haría, dos si querés, y
apareció “el loco Iván”…<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo:
¿”el loco Iván”?<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis: Pero
sí, te digo que sí, el flaco, alto, con cara de tuerca, cabezón…<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo: Si
tenés razón, me lo confundía con el que vivía a la vuelta del cementerio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis: No,
no...el “loco Iván”, apareció vestido de payaso sosteniendo como 100 globos…<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo:
Venía de una despedida de soltero o algo por el estilo, nos pidió algo para
comer, le preparamos unos choris que habían sobrado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis: Si,
después se quedó contando chistes hasta las 2 de la mañana. ¡Qué personaje!
¡Por favor!<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo:
Deja de contar pavadas que me hago más viejo y tenemos que ir preparando todo
antes que lleguen los muchachos. Anda cortando el salame y el queso que hay en
aquella bolsa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<i><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis abre
la bolsa y saca un pedazo de queso y dos salames, uno picado grueso y otro
picado fino. Toma el cuchillo con la mano derecha, lo afila y comienza a
preparar la picada.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div align="center" class="Standard" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">-II-<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo:
¿Sabes cómo te das cuenta que te haces viejo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis:
¿Cuándo el pelotudo de tu amigo te pregunta si sabes cómo darte cuenta que te estás
haciendo viejo? No sé, qué se yo, ¿cuando te encontrás arrugas en la plata de
los pies? Mira que tenemos para hablar, pero lo mejor que se te ocurre es
esto...te das cuenta que te hacés viejo todas las mañanas, cuando te miras a
espejo, te podes hacer el boludo pero el chabón no miente, te bate la justa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo: Sí,
es cierto, pero me refería a un momento, un punto de inflexión, el momento
exacto en que entendés con claridad que no hay marcha atrás, no hay esperanza
que valga, que estamos jugados y jodidos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis:
Entiendo, entiendo. Para mi es simple, ese momento es cuando vas a visitar a
tus amigos y te reciben los hijos de tu amigo y te hacen pasar una habitación y
te ponen una silla, generalmente bajita, al lado de la cama de tu amigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo:
Eso, a eso me refiero, después de eso no hay vuelta atrás, te timbeaste la vida
que te dieron. Vos me podes explicar cómo volvés de eso, por más que te
encuentres en el bar con tu amigo diez puntos tres semanas más tarde, esa
imagen no te la olvidás más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo:
¿Cuándo nos vimos por última vez?<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis: Ah,
viniste melancólico hoy, ¿justo hoy? Si no me acuerdo mal fue para el
casamiento del Ruli, hace diez años, ni canas teníamos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo:
¡Mírate! ¡Mírate bien! ¡Estas hecho un pibe! ¡Mírame a mí! Desde el secundario
engordé treinta y cinco kilos, sabés como me duelen las vértebras cuando me
acuesto a la noche.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis: Yo sé,
lo sé, te creés que me olvidé de todo, no es fácil. Tu esposa te dejó y se
llevó al pibe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo: Yo
no la culpo, hubiese hecho igual, en ese momento estaba intratable, te olvidás
que andaba metido en todo. No me perdía una.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Ni hablar lo que morfaba. Me comía dos pizzas yo solo. ¿Sabés una cosa?<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis: ¿Qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo:
Tengo un dolor acá, ¿ves? Acá. Un dolor que no me deje ni respirar a veces,
tengo que abrir la boca como un pescado. Perdí todo por gil, tan cabeza de
termo fui, con el amor que me tenía Mirtha. Me miraba y la tierra dejaba de
girar, éramos tan felices, qué te puedo decir, no me puedo perdonar lo que le
hice, lo que me hice.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis: Yo te
voy a ser sincero, yo sé que te la mandaste, y fiera, pero con hacerte el bocho
no vas a ningún lado. Ahora tenés que levantar la cabeza y darle para adelante.
Todos, y cuando te digo todos es todos, hacemos lo mejor que podemos, todo el
tiempo lo mejor que podemos, a veces sale bien, otras no tanto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo:
Puede ser, puede ser...igual estoy convencido que fui un mal tipo, digas lo que
digas fui muchas cosas pero sobre todo una mala persona.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis: Te
digo más, ahora estás mejor, mucho mejor, solo te quedó ésta panza gordita
hermosa! Ja! No te maquines, al menos hoy vamos a disfrutar el asadito. Mirá,
ahí tenemos unos choris, unas morcis y un poco de carne para tirar a las
brasas. ¿Te animas a salar la carne?<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo:
¿Cómo no? Mi especialidad. Como cuando éramos pibes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis: Mejor
no tan salado, je! No vaya a ser cosa que terminemos llamando a urgencias. Je!<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo: No
me jodas, ¿sabés lo que cuesta bajar al menos 100 gramos? No te das una idea.
Siempre tan flaco. Mira que le entrás vos también.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div align="center" class="Standard" style="text-align: center;">
<b><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">-III-<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<i><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Al rato,
cuando el fuego estaba casi listo, llegaron el Laucha y Miguel.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Laucha:
¿Cómo anda la monada?<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo: ¿La
monada? Acá andamos, de diez, qué más podemos pedir, mirá la picadita que
tenemos preparada, el fuego casi listo, ahora en cinco tiramos la carne y
arrancamos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Miguel: Una
maravilla. Nosotros trajimos las bebidas. Agua, soda, hielo y algún vinito
también.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis: ¡Qué
bien! ¡Qué bien! Ahora sí estamos todos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">La picada
pasó sin sobresaltos, se habló de fútbol, sobre todo de fútbol, algo de
política y de los hijos del Laucha. Los dos pibes están en las inferiores de
Racing y parece que el más grande ya lo llamaron para entrenar con la reserva,
en cualquier momento lo suben a primera. El Laucha no puede más con su orgullo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Miguel:
Quién lo hubiese dicho Laucha, pensar que eras horrible para los deportes, lo
más cerca que estuviste de una pelota fue cuando que te pegó en la cabeza un
pelotazo en la playa de Mar del Plata, ése verano que fuimos con las chicas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Laucha:
¡Cállate querés! ¿Te olvidás cuando gané el torneo nocturno de verano de
ajedrez del club? La rompí toda.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">La noche
pasaba y pocos se daban cuenta que Marcelo ya se había bajado unos cuantos
vasos de vino, fondo blanco le hacía. No participó mucho de las conversaciones.
Se limitó a reírse y acotar algún comentario sin valor agregado. Después de
comer, se levantó, en silencio, todos pensaban que iba al baño, todos estaban
equivocados, asquerosamente equivocados. Fue hasta el bolso que había dejado en
una esquina y luego tomó la palabra:<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo:
Muchachos, tengo que decirles algo. Es una alegría nos hayamos juntado luego de
tanto tiempo. Disfruté cada anécdota, cada vieja anécdota, fue un placer. No
digo que fue un placer sólo ésta noche, digo que fue un placer haberlos
conocido y haber recorrido la vida juntos, fue un placer recibir esos pisotones
en las zapatillas recién estrenadas, también dar ese pisotón, cada chiste tonto
de la secundaria, fue un placer esos primeros cigarrillos, esas primeras
borracheras, esas mateadas de toda la tarde, esa distancia que disimulábamos a
la perfección. Sin embargo, tengo que compartir algo. Ésta semana fui al
médico, me dijo que me no me queda mucho. No estoy triste, pero estoy ansioso.
Éstas fueron las últimas cuatro copas de vino de mi vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luis: Pará,
pará Chelo, es un chiste, ¿no?<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Marcelo:
Pero claro, no se piensen que se van a librar tan fácilmente de mi, tengo
cuerda para rato. Unos asaditos más me como.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="text-align: justify; text-indent: 21.3pt; text-justify: inter-ideograph;">
<i><span style="font-family: "Arial","sans-serif";">Todos se
rieron, Marcelo tomó su bolso y bajó. Un ruido seco retumbó en el baño. Los
tres que quedaban se miraron y entendieron que el asado había concluido. Que la
vida de Marcelo había concluido y que su amistad ya no sería la misma, seria
simplemente un recuerdo. Un recuerdo con sabor a despedida, a silencio rancio y
a las lágrimas del adiós.</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p></o:p></span></div>
<br />concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-57740604797520423412019-12-23T06:00:00.001-08:002019-12-23T06:00:27.351-08:00Caer, no volar - Alejandro Zubiaur<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A él, el alarido del despertador le trae
alivio. Ella se da vuelta en la cama y dándole la espalda, murmura:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">—Ángel, otra vez tuviste pesadillas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Empapado, respira profundamente. Como
tantas otras noches, el sueño repetido: la batalla sin final, la persecución
infinita.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Se levanta mecánicamente, pone a hacer
el café, y mientras se ducha siente caer cada gota sobre su cuerpo. Siente cómo
el vapor del agua caliente le llena los pulmones, siente el olor difuso del
jabón. Y todo eso lo ayuda a calmarse, a no pensar que es perseguido, a olvidar
su falta que no tiene perdón de Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Luego se afeita con minuciosidad. Estudia
con atención el reflejo de su cara tratando de ver algo que no aparece en el
espejo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ella sigue durmiendo, tranquila,
estirada en la cama y apenas tapada. Él se viste y la mira: el pecho sube y
baja rítmicamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En la cocina toma su café sin azúcar,
para sentir el gusto amargo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Vuelve al cuarto. Le hubiera gustado
poder explicarle a ella quién es él y por qué está ahí. Le gustaría hablarle de
sus pesadillas, de sus miedos, de cómo anoche soñó que finalmente lo atrapaban.
Pero ella duerme.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Enfundado en su disfraz de oficinista,
se va.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En el subte, tan lleno como siempre, se concentra
en las caras de los demás. Trata de imaginar sus historias. Acaso aquel de
anteojos y rulitos también esté huyendo. ¿Y aquel de gorra y pantalones azules
gastados no será el mensajero de Dios: Gabriel, hecho hombre?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Finalmente descubre a su perseguidor en
el fondo del vagón. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Qué ironía: aquel que todo lo ve, que
todo lo sabe, aquel que está en todos lados necesita enviar a un ciego con
muletas para recuperar a las ovejas perdidas, las que han abandonado el rebaño.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al bajar en su estación, mira de costado
para ver si lo siguen. Y en las escaleras se queda estudiando un mapa, y deja
pasar a todos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Un rato después, entra en la oficina,
saluda de lejos a algunos compañeros, apenas un gesto con las manos. Igual,
nadie parece notarlo. Como todos los días, le pide el café con leche al
ordenanza, que lo mira sorprendido, como desorientado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ya en su escritorio, enciende su
computadora disponiéndose a revisar los mails y las noticias del día. De reojo,
ve al ordenanza que lo ha venido siguiendo para ver dónde se sentaba. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Gallego idiota, piensa. ¿No se acuerda
cuál es mi escritorio? ¿Acaso no me reconoce?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero no le dice nada, se limita a un “Gracias,
Manuel. No, sin azúcar, ya sabés que siempre lo tomo sin azúcar”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Revisa los mails, lo mismo de siempre: oportunidades
únicas de aprender coaching holístico, baratísimos viajes al Congo y magníficas
oportunidades de comprar cafeteras parlantes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En las noticias tampoco encuentra nada
de lo que busca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Siente su final cerca, y no tiene
escape. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Su pecado fue tener miedo, abandonar la
batalla y esconderse. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Su Dios no perdona ni la flaqueza ni la
duda. Y él dudó, él aún duda, y por eso será castigado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Su trabajo, sus informes y proyecciones,
sus análisis de punto crítico no tienen hoy la menor importancia para él. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Por suerte ya es hora de ir a almorzar.
Van en grupo al bar de siempre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ya todos sentados, quieren rápido la
comida. Los demás ríen, gritan chistes sobre el partido de anoche, o quizás
sobre el próximo partido, opinan de la nueva secretaria del jefe. Le gritan a
José:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">—¡Otra vez se te quemó la carne!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">—No vamos a venir más.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Él —apartado, aunque están sentados
todos juntos— disfruta intensamente cada bocado, la lechuga crujiente y el
tomate jugoso mezclado con la carne un tanto seca pero llena de sabor. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Como nunca, se deja tentar por un flan
con dulce de leche. Al fin y al cabo, hoy es un día especial. Los demás siguen
gritando, piden café, regatean el precio, exigen un descuento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Al final salen todos a la vereda. Él
guarda en el bolsillo los billetes que le sobraron, y piensa que se los hubiera
dejado a José, pero no quiso llamar la atención con mucha propina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y piensa también en ella, en cómo se
arreglará cuando él no esté. Piensa en el cuerpo desnudo de ella estirado en la
cama apenas cubierto por la sábana, y siente sobre él ese cuerpo voluptuoso
lleno de curvas que lo complementan. ¿Ella lo extrañará?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los demás ya empiezan a caminar rumbo a
la oficina. Algunos fuman y otros mascan sus chicles refrescantes. Él aspira el
humo que echan los otros y también enciende un cigarrillo. Y disfruta del sol
que le da en la espalda. Los rayos lo llenan de energía, parecen atravesarlo
mientras camina unos metros más atrás de los otros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Es entonces cuando lo descubre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Su ánimo plácido y relajado se le
transfigura irremediablemente. Además, se da cuenta de que a lo largo del día
nadie lo ha nombrado. Él fue de un lado a otro, pero nadie lo llamó por su
nombre. Y ahora, no sólo no tiene nombre: tampoco tiene sombra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Camina más rápido para pegarse al grupo,
así nadie lo nota. Mientras, casi con desesperación, se espía de reojo en el
reflejo de las vidrieras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuando pasan por delante de una
confitería, por un instante su reflejo se confunde con la imagen del mismo
ciego tullido del subte que lo mira desde el fondo del local.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Agitado, él da vuelta la cara. Camina más
rápido empujando a los demás que lo miran sorprendidos pero no le dicen nada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Sabe que no tiene escape. Pronto perderá
todo rasgo humano, sólo será espíritu otra vez. Y deberá volver a la batalla
celestial: ángeles, buenos y malos enfrentados por siempre. ¿Y él? Él no quiere
ser superior a Dios, como los otros; tampoco pretende ser más sabio ni más
poderoso. Sólo le parece inútil esta guerra entre hermanos, y por eso será
castigado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ya en el hall del edificio de oficinas,
el guarda de seguridad le hace un ademán como si no lo reconociera y lo fuera a
parar. Pero él se cuela con los otros en el ascensor antes de que lo detenga. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Mientras el ascensor sube, él se busca
en el espejo entre el reflejo de las cabezas de los demás. Inútil: ya ni el
espejo lo ve.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A medida que pasan los pisos, todos van
bajando. Finalmente queda solo en la cabina. Sube hasta el último piso, y luego
otro tramo por las escaleras hasta la terraza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No le queda mucho tiempo, y ya tiene la
decisión tomada. Sólo debe llevarla a cabo antes de perder lo que le queda de
humanidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En el borde, sentado, se saca los
zapatos, como si se fuera a acostar una vez más. Prende un cigarrillo, mira la
calle. Allá abajo, los autos y los peatones parecen hormigas corriendo de un
lado a otro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Y en la vereda de enfrente, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lo</i> ve moviéndose torpe con sus muletas
brillantes. El ciego levanta la cabeza y lo mira. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Él se pone de pie y, aún con el
cigarrillo entre los labios, sin desplegar sus alas, rechazando la inmortalidad,
da un paso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 11.35pt;">
<span style="font-size: 12.0pt;"><br /></span></div>
<br />concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-66901448313289787222019-12-23T05:58:00.003-08:002019-12-23T05:58:57.864-08:00Voy a morir - Alejandro Zubiaur<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.25pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">No porque esté
enfermo. No, no sufro enfermedades ni dolencias que me puedan provocar la
muerte. No, estas pastillas no son para padecimientos físicos, podría decir que
son para los dolores del espíritu.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.25pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Tampoco tengo
sufrimientos como los que tuve en el principio de los tiempos, cuando todo era
limo y el separarme del fondo, el conformarme como unidad distinta del todo, me
provocaba un dolor infinito. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.25pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Más doloroso que
vivir encerrado en un caparazón estrecho fue formar los huesos en el interior
de la carne blanda, piezas rígidas alrededor de las cuales tuve que moldearme. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.25pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Aunque ahora no
tengo sufrimientos como esos, voy a morir porque quiero morir. Mientras, trago
las pastillas con un poco de agua. Quiero morir ahora, porque ya al salir del
océano, y aun arrastrándome, sufrí lo indecible para no asfixiarme con ese aire
tan sutil, tan gaseoso, tan pobre en oxígeno. Ese aire que no conseguía llenar
mis pulmones insaciables. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.25pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Toso
incontrolablemente, como si el recuerdo me ahogara otra vez. Tomo más agua,
para no atragantarme.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.25pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Voy a morir
porque quiero morir, no sólo por haber tenido que correr desarrollando la
velocidad y agilidad necesarias para conseguir una presa que sirviera de
alimento. Tampoco por haberme desplomado en esos primeros vuelos desde lo alto
de los picos montañosos tratando de probar las alas que, imprevistas, me habían
crecido en la espalda. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.25pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Es extraño, en
todos esos momentos estaba tan ocupado en sobrevivir, tan ocupado en moverme
con las olas, entre los cielos, por arriba o abajo de las nubes, en seguir las
corrientes de aire, en subir las montañas heladas o cruzar selvas enmarañadas,
que no se me ocurrió la idea de la muerte.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.25pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Voy a morir,
ahora sé que voy a morir, y no es una frase que esconda un lema filosófico ni
un haiku ni un precepto moral, ni una sentencia inapelable porque haya visto lo
que no debía ver, tampoco por haber tomado o pretendido lo que no me
correspondía. Es algo que se va a cumplir de forma física, inmediata,
ineludible.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.25pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y sé también que va a ser en este momento,
porque no soporto la sola idea de tener que volver a cambiar y tener que
adaptarme y tener que sufrir para lograrlo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.25pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ahora, en este momento,
en este preciso instante, todo ha perdido sentido: al fin y al cabo, los
amaneceres son iguales a los atardeceres, sólo debo mirar al otro lado; el
viento sopla ahora y más tarde volverá a soplar, la lluvia que cae hoy volverá
a caer mañana, el sol que hoy desaparece en el ocaso amanecerá<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mañana, y la luna que hoy se esconda se
mostrará a la noche.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.25pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ahora yo sé que
sólo voy a morir. Son las últimas pastillas del frasco, el final ya llega.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.25pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En medio de las
convulsiones, los espasmos y los estertores de una muerte que goza en no llegar
y me hace gritar en mi sufrimiento, comprendo el tremendo error que he
cometido. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Tratando de evitar otra
dolorosa transformación, me he arrojado a ella, a la vida eterna despojado de
mi cuerpo físico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify; text-indent: 21.25pt;">
<br /></div>
<br />concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-64204302998200178312019-12-23T05:57:00.000-08:002019-12-23T05:57:35.983-08:00Desencuentro - José María Cardigni <br />
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">Los ojos
brillosos cargados de miedo y esperanza traslucían tranquilidad. Puro
antagonismo. Un par de lágrimas mojaron los adoquines del puerto cuando se
agachó para tomar la vieja valija de cuero gastada y desvencijada, forzando el
cierre con una piola para que no se vieran las pocas pertenencias que
encerraba.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">A la Región
de Marcas, Provincia de Fermo, pertenecía la <i>píccola cittá</i> de
Montottone, llegaba de la Italia Central huyendo de la miseria y los
desencuentros producidos por una guerra que no le pertenecía, ni a él ni a su
familia. Formaba parte de apenas el uno por ciento de montottonesi de los miles
de italianos desperdigados por el mundo, que habían partido en busca de una
vida apenas digna. Emigraba, simplemente para comer.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">El gobierno
argentino necesitaba mano de obra barata para construir y poblar la desolada
Patagonia y eso era –pese a los cortes del alma y la agobiante tristeza– el
lugar soñado, la panacea que calmaría todos los dolores. Era la luminosidad de
la esperanza que desvanecía la negritud del dolor nauseabundo.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">Sin
preguntas, a los empujones y el nerviosismo extranjero transformado en
temor rancio, avanzó junto a sus compatriotas hacia el Hotel de Inmigrantes,
residencia obligada hasta el encuentro de un trabajo que permitiera echarle
combustible a la utopía.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-language: ES-AR;">-¿</span><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-language: ES-AR;">Hacia dónde vas? </span><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">–le gritó
de apuros el empleado, vaya a saber por qué el azar había chocado con su
cuerpo, y viendo como el río humano amenazaba con ahogarlo de gritos
inentendibles y la ansiedad de los desahuciados, respondió: <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">-¿Come?”</span></i><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"> -Su
casi nulo castellano no le permitía entender la pregunta, y nuevamente la
interrogación del viejo empleado, pero esta vez en el italiano básico que el
momento histórico le había enseñado de prepotencia, <i>“¿dove stai andando?”.</i>
Entonces el joven Nicola respondió: <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-<i>“¡Sto
cercando a Pacífico, fratello mio!”</i> -contestó con un dejo de alegría
sintiéndose importante por la pregunta dirigida. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-<i>“¿Y
dove vive tuo fratello?”</i> -repreguntó el viejo ferroviario- <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">-<i>“</i><span style="mso-bidi-font-style: italic;">A Roca, ¡vive a Roca!”</span>. -Y la
sensación de esperanza le golpeó la glotis y se transformó en dos lágrimas que
no alcanzaron a salir de los dos pedazos de cielo límpido que parecían sus ojos.
<i>“Questo è il mio giorno de fortuna”, </i>masculló por lo bajo, lo habían
elegido entre cientos. <span style="mso-bidi-font-style: italic;">“Me llamo José,
tengo unos amigos que hacen el trayecto Buenos Aires a General Roca, ven
conmigo, te voy a ayudar a encontrar a tu hermano”</span>. Lo tomó del brazo y
a los empellones fue abriéndose camino entre los cientos y cientos de italianos,
rumbo al Hotel de Inmigrantes. </span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">La inmensa
mole de cemento de cuatro pisos albergaba alrededor de 3.000 inmigrantes.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">El hotel
los ayudaba a encontrar trabajo, trasladándolos a los lugares donde se
precisaba mano de obra y </span><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">también les enseñaban a usar maquinaria para campos
grandes. Muchos eran campesinos, pero no habían salido de las herramientas de
mano de los pequeños cultivos italianos.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Dentro
del complejo funcionaba un sector donde los inmigrantes dejaban su equipaje, un
Hospital, el Correo y una sucursal del Banco Nación y, fundamentalmente, la
Oficina de Trabajo.-<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"> Allí
pernoctó Nicola. Fue la primer noche que dormía en otra tierra, desconocida,
hostil y esperanzadora...</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">Todo le
costaba, hasta soñar, que era lo único económico y nada doloroso que tenía por
delante...</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">Al día
siguiente el amigo ferroviario le facilitó los trámites, pero debió esperar dos
días hasta que el tren regresara y volviera a partir hacia el sur.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">E</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">l Hotel
se esmeraba para que los inmigrantes tuvieran acceso a la cultura argentina.
Allí también funcionaba una biblioteca con una interesante cantidad de material
didáctico a disposición del inmigrante, que tenía diversas publicaciones, mapas
y libros orientados a informar al extranjero acerca de las costumbres, del
trabajo y de la riqueza de su nueva tierra. También se ofrecían cursos básicos
del idioma, charlas sobre legislación argentina, y clases para el
aprendizaje de la utilización de maquinarias agrícolas y domésticas. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">Y llegó el
día.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">Partió a
Río Negro con una primera escala en Bahía Blanca, donde arribó luego de más de trece
horas de traqueteo. Luego el trasbordo a Choel Choel, pequeños parajes y, por
último, General Roca. Un fuerte abrazo al amigo ferroviario fue el gesto de
agradecimiento.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">La nada.
Eso era para Nicola su nuevo espacio de vida, donde seguramente encontraría a
su hermano Pacífico. La nada. Y el miedo se volvió a apoderar de él. Las pocas
monedas que tenía en su poder, alcanzaban y sobraban para unos días de pensión
y un plato de comida caliente- Allí plantó sus temores y su inconsistencia
humana.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">La ansiedad
solo le dejó conciliar un par de horas de sueño. </span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">Ya
temprano, al día siguiente, bebió una taza de café apenas endulzada y salió a
la puerta de la pensión. Caminó en distintas direcciones preguntando por su
hermano Pacífico y dando - a duras penas por el idioma- algunas
señales fisonómicas de él. Nada. Nadie había visto alguien de nombre Pacífico
ni parecido a él. Y por primera vez se preguntó si no habría sido mejor
quedarse en Fermo y volver cuando su hermano se hubiera estabilizado
económicamente. Era el miedo que entraba y salía de él sin permiso alguno y
solo su fortaleza le permitía avanzar. Con la ilusión hecha añicos de encontrar
a su hermano, hambre y desesperanza, salió a buscar trabajo. Rápidamente lo
logró en una zona netamente frutícola. Venía de trabajar en el minifundio de la
familia y más allá de la azada y otras herramientas de mano, la tecnología era
un sitio desconocido para Nicola.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">Pasaron los
días, los meses, el año desde su arribo y nada sabía de Pacífico. Se había
afianzado en la <i>raccolta delle melle</i> (cosecha de la manzana) y los
escasos momentos en que el trabajo y el cansancio le permitían pensar, llamaba
en su interior a Pacífico. Se había convencido del error. No era el lugar indicado.
¿Dónde estaba, por qué este desencuentro? Había sido Pacífico el encargado de
dar el puntapié para esquivar la miseria, el sería el segundo y aún quedaba
Domingo en el pequeño pueblo de Montottone esperando la carta que le anunciara
un horizonte próspero, y luego de tantos meses aún no había podido encontrarlo.
Y le brotaron las lágrimas, ya no era miedo… era impotencia.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">La
necesidad lo había llevado al cocoliche, mezcla de castellano y el dialecto
marchigiano de su entrañable provincia, hecho que le había facilitado el manejo
diario con otros inmigrantes italianos y algunos españoles, en idéntica
situación a la de él, con los que había entablado una consistente amistad, por
el solo hecho de necesitar aferrarse a algo o alguien. “<i>La solitude uccide</i>”,
pensaba. Si, la soledad lo mataba poco a poco y sus fuerzas se iban acabando,
pero Pacífico no podría haberlo abandonado. Lo había llamado y en algún lugar
lo esperaba.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">Los
domingos, los juntaba la plaza frente a la estación de tren donde se
desgranaban las anécdotas más insólitas y tristes de la vieja Europa. Era una
manera de mantener la familia cerca, con la palabra y el pensamiento.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">Los días se
hicieron meses y algo dentro de Nicola le decía que Pacífico lo llamaba <i>“¡Nicola!!,
vieni qui, ti aspetto!”</i>.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cierto día
de descanso, caminando por las inmediaciones de la estación ferroviaria,
escuchó que alguien lo llamaba <i>¡Nicola, Nicola!, </i>a primera vista no
distinguió a algún conocido entre la gente que iba y venía disfrutando el día
de sol. Siguió caminando y nuevamente: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¡<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Nicola, aquí!</span></i> Giró la cabeza y lo
vio mezclado entre los parroquianos, José, el amigo ferroviario que le había
facilitado su arribo a General Roca. Se abalanzó hacia el con la necesidad
propia del contacto con un conocido que clamaba a gritos su situación. Se
amalgamaron en un abrazo y tras separarse Nicola preguntó:<i> <o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<i><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-¿Come
stai?, <o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-Bien Nicola, bien, a Dios gracias, ¿has encontrado a tu hermano?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">-No, non e
qui</span></i><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"> -le manifestó con un dejo de tristeza.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">Se sentaron
en un banco de la plaza y a lo largo de una hora Nicola le comentó que había
sido de su vida desde su arribo a General Roca, la búsqueda incansable de su
hermano y su trabajo en el campo con la fruta.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-language: ES-AR;">-</span><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-language: ES-AR;">Tengo gran cantidad de
compañeros de trabajo que hacen tareas en distintos ramales ferroviarios, te
prometo que voy a ayudarte a encontrar a tu hermano Pacífico preguntando por la
llegada de él, ¿cómo es tu apellido?</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">-¿Come? –dijo
Nicola</span></i><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">-<i>Il tuo
cognome –agregó José con su básico italiano.-</i></span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">-Cardigni –respondió
Nicola</span></i><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">-<span style="mso-bidi-font-style: italic;">En un mes vuelvo, espero tener buenas
noticias.</span></span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">Así quedó
sellado el compromiso. Nuevamente un cálido abrazo y José se perdió entre el
trajinar de la gente. En pocos minutos partía el tren que lo regresaba a Buenos
Aires.-</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">Como era de
esperar, la ansiedad hizo interminable los días. Era mes de cosecha y eso –junto
al cansancio de la jornada laboral– entretuvo a Nicola y obnubiló su
pensamiento diario, que iba de la lejana Italia hasta su hermano Pacífico.</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Casi
treinta días pasaron hasta que José el ferroviario regresó a General Roca. El
duro trabajo con la fruta hizo que tardara un par de días en encontrar a su
amigo. Como siempre, lo encontró sentado en un banco de la plaza mirando el
cielo, tal vez maldiciendo para sus adentros el error, o buscando –por qué no-
en su amor irrenunciable por el Catolicismo, la respuesta del Altísimo por la
nefasta experiencia que se encontraba viviendo, no por el trabajo –desde
pequeño lo hacía– sino por el desencuentro con Pacífico.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">-¡Nicola,
amico!</span></i><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"> -gritó José para que la voz sobresaliera por entre el murmullo de la
gente y los niños que correteaban en la plaza.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">A Nicola le
costó unos segundos volver a la realidad de la plaza bulliciosa. Lo vio y en un
solo movimiento se paró y salió disparado al encuentro de su amigo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<i><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-¿Come
stai? ¿Ci sono buone notizie?<o:p></o:p></span></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-language: ES-AR;">-¡Sí! –</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">dijo José, mostrando una enorme sonrisa que dejaba
ver los dientes manchados por el tabaco-. <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Encontré una persona con tu apellido en un pequeño pueblo del norte de
la Provincia de Buenos Aires.</span><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">-¿Come? </span></i><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">– dijo
Nicola. Había que hablarle pausado para que entendiera el castellano en toda su
plenitud.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Entonces
José apeló a su italiano básico.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-<i>Ho
trovato una persona con il tuo cognome in una citta de Buenos Aires.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">-¿Come?,
¿mio fratello?</span></i><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-language: ES-AR;">-Debe ser, Cardigni es un apellido poco común</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"> –comentó
José, ya sin percatarse si Nicola había comprendido.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">-¡Mio
fratello, mio fratello!</span></i><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"> -casi gritaba Nicola-. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿<span style="mso-bidi-font-style: italic;">Dov´e? –</span></i>preguntó<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">-<i>En
Rojas -</i>agregó José.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><i><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">-¿Roca?</span></i><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"> -inquirió
Nicola con asombro<i><o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-style: italic; mso-fareast-language: ES-AR;">-No, Roca, no, Rojas, la “j” es una letra que no
existe en el idioma de ustedes-. Y al pronunciarla mal, ese ha sido tu error</span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"> -remató
José-. <span style="mso-bidi-font-style: italic;">Rojas, llegaste de Italia,
estabas a doscientos kilómetros de tu hermano y te fuiste a dos mil kilómetros.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Toda la
furia por la equivocación, la impotencia de la espera, se tradujo en un llanto.
Lloró como llora un niño por la reprimenda de la madre. José lo abrazó y por
espacio de dos o tres minutos se fundieron en un abrazo. El amor y la
desesperanza. La bondad y la añoranza, la ilusión y la rutina de la comodidad,
todo eso, representaron por un momento –como un cuadro surrealista– Nicola y
José. Dos seres distintos, de distintos mundos y distintos proyectos de vida,
pero con un común denominador: la solidaridad, el amor por el prójimo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Nicola
avisó de su partida en la finca donde desempeñaba tareas –con una semana de
anticipación– y un lunes dejó General Roca junto a José, rumbo a la Capital del
país. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;">La
máquina a vapor demoró algo más de veinte horas en llegar a destino. Una vez en
la Capital, José lo condujo a Nicola para que sacara un boleto en la compañía
General de Ferrocarriles de la Provincia de Buenos Aires, que unía las ciudades
de Buenos Aires y Rosario, pasando por Mercedes, Salto y Pergamino</span><span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal;">.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Bajó en
Salto y de allí una volanta lo depositó en Rojas. Solo restaba encontrar a
Pacífico, algo tolerable si se tomaba en cuenta lo vivido.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Lo habían
dejado a cinco cuadras de la plaza principal, la que se encontraba rodeada de
la Parroquia y el edificio municipal. Apenas bajó, preguntó por su hermano y
tuvo la fortuna que el primer parroquiano que inquirió lo conocía. Le
indicaron con cierta precisión donde vivía y hacia allí se dirigió, casi
arrastrando la valija con sus escasas pertenencias. Solo lo separaban algunas
cuadras del único propósito por el que había dejado su <i>píccola cittá.<o:p></o:p></i></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Golpeó una
puerta equivocada. Le señalaron la casa de enfrente y allí terminó su desánimo.
Usó el llamador y Pacífico abrió la puerta. Las imágenes se agolparon. Más de
un año sin verse. Su partida de Génova, sus padres, el arribo a la Argentina y
el desencuentro, el terrible desencuentro por su traslado a General Roca. Claro
que lloraron abrazados, y un par de vecinos que coincidieron con el momento,
con esa situación límite, se alarmaron pensando en un mal mayor. Al acercarse
Pacífico, con los ojos atiborrados de lágrimas, balbuceó:<i> “¡mio fratello!”, </i>y
también ellos, por el amor y el compañerismo que los unía, soltaron alguna
lágrima, ante tremenda imagen fraternal.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: auto; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-autospace: ideograph-numeric ideograph-other; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Posteriormente
no todo fue felicidad, transitaron sacrificios y alguno que otro desencuentro tolerable.
Pero esa fue otra historia, bella, terrible, cargada de amarguras y un rico
anecdotario tragicómico, como la mayoría de los historias de inmigrantes.</span></span><span style="color: black; font-weight: normal; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-fareast-language: ES-AR;"><o:p></o:p></span></div>
<br />concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-76669350088788221292019-12-23T05:56:00.000-08:002019-12-23T05:56:07.955-08:00Las flores de los muertos - Ana María Mondino<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Vivíamos en una pequeña chacra en la casa que
construyó mi padre reemplazando con ladrillos, también moldeados con su diario
trabajo, las viejas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>paredes del rancho
primitivo. Había en esa casa detrás del cuarto de lavar una zanja bordeada por
plantas de cala. El jabón que usaba mi madre para el lavado de la ropa lo hacía
mi abuelo con cebo por eso el agua jabonosa de esa zanja proveía nutrientes a
las calas que crecían lozanas dando un toque exuberante de verdor a aquel
rincón del jardín. Al llegar la primavera comenzaban a aparecer los primeros
pimpollos para satisfacción <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de mi madre
cuyo cálculo no fallaba y a fines de octubre había abundantes flores, las
llamábamos las flores de los muertos porque en grandes ramos iban a tributar el
recuerdo en las tumbas de nuestros antepasados el Día de los Difuntos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El cementerio estaba en la ciudad distante
unos 40 kilómetros de nuestro pueblo por lo tanto quienes ese día no lograban
viajar en el único vehículo de transporte público existente debían conseguir
otro medio. Mi familia junto a algunos vecinos o amigos tenía por costumbre
alquilar un camión pequeño en cuya caja se colocaban banquetas para los mayores
y los niños nos sentábamos en el piso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">En la ciudad frente al cementerio se montaban
puestos de ventas de bebidas, comidas, flores y recordatorios, allí la gente se
auto convocaba y era como un día festivo aunque evocara la muerte. Recuerdo que
desde niña siempre estrenaba vestido y a veces también zapatos. Todas las
tumbas, nichos y bóvedas se limpiaban con esmero en los días previos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Así año tras año se repetía este ritual que
en mi infancia significaba toda una aventura y luego en el preludio de mi
adolescencia motivo de coqueteo y encuentros. Luego el paso del tiempo,
implacable transformador, fue dejando todo aquello en el pasado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">La última vez que participé de este día tenía
yo unos doce años, estaba terminando mis estudios primarios y lo recuerdo muy
especialmente por lo que pasó.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Amanecía cuando mis padres nos sacaron de la
cama y empezaron los preparativos. Las calas en un gran ramo estaban en un
balde con agua desde la noche. Mi padre vestido con su eterno traje gris y sus
zapatos lustrados; mi madre con su mejor vestido, zapatos de tacón y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un poco de color en sus labios trenzaba mi
pelo mientras mis hermanas terminaban sin ayuda su arreglo. Ese año se sumó a
la familia el tío Juan que llegó el día anterior agitando su pañuelo blanco
desde el tren que venía de Santa Fe y pasaba atrás de nuestra chacra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Era una espléndida mañana de noviembre con
una brisa cálida que soplaba del norte y algunos nubarrones oscuros sobre el
horizonte al sur. A la hora convenida pasó el camión a recogernos, luego fueron
subiendo el resto de los pasajeros. Transitando por camino de tierra llegamos a
la ciudad a media mañana, el sol pegaba fuerte y las nubes oscuras en el sur
presagiaban tormenta. Entre el gentío que ya poblaba las callejuelas del
cementerio nos dirigimos a la tumba donde reposaban aquellos parientes que,
para mí, sólo eran nombres y rostros cuyos retratos enmarcados colgaban en las
paredes de nuestra casa. Luego de colocado el tributo de las calas, del saludo
ceremonioso y un tiempo dedicado a los recuerdos mi padre y el tío Juan caminaron
hacia la salida mientras mi madre y mis hermanas con algunas flores<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que reservaron iban hasta la tumba de un
conocido. Con mi amiga Elena habíamos convenido encontrarnos así que pedí
permiso para ir con ella<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Vayan pero cuando escuchen las campanadas de
las 12 las espero en la entrada –dijo madre<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-¿Dónde estarán ustedes? –pregunté<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-Al lado del puesto de flores –respondió <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Con Elena habíamos hecho cita con unos chicos
que nos gustaban y cuando los encontramos ella y Simón de alejaron por una
callecita que se internaba entre las tumbas más olvidadas. Mateo y yo nos
refugiamos tras una vieja bóveda abandonada. Me contó que a su padre, que
trabajaba en el ferrocarril, lo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>habían
trasladado a otra localidad por lo tanto toda la familia se iría a vivir allí,
no se qué más me dijo sólo recuerdo que nos miramos en silencio y me besó.
Allí, en ese ambiente lúgubre cual una premonición de su destino nació mi
primer amor con aquel, también, mi primer beso. Las campanadas del medio día rompieron
el hechizo, le dije que debía irme pues mi madre me esperaba apretó mi mano y
me dejó una medallita.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">El cielo se había cubierto de nubes oscuras y
lejos se oían algunos truenos. En la puerta estaban mis hermanas, pregunté por
mi madre, me dijeron que había ido en busca de mi padre y que debido a la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tormenta <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>debíamos apresurarnos a regresar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Luego de recorrer varios puestos para dar con
mi padre y el tío mi madre con el ceño fruncido y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fijando los ojos sobre una botella de vino,
ya <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>vacía sobre la mesa, los encontró recordando
sonrientes y jocosos tiempos pasados de su juventud. Les<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>avisó que debíamos regresar. Ellos apuraron
el último trago pero, al intentar ponerse de pie ambos no estaban muy estables
y mi padre trastabilló tumbando la mesa y algunas sillas. El tío Juan lo ayudó
a levantarse y medio zigzagueantes<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>caminaron hacia el estacionamiento donde todos los pasajeros ya
estábamos sobre el camión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Con las primeras gotas de lluvia y un cielo
cargado de nubes oscuras emprendimos el regreso cubiertos con una vieja lona
que hacía de techo. Mi padre sentado en el piso sobre una de las esquinas casi
de inmediato se sumió en un sueño profundo con ronquidos intermitentes, sobre
la otra esquina el tío no estaba tan tranquilo, poco habituado a beber alcohol
con el movimiento ondulante del vehículo fue presa de los mareos que le
produjeron un vómito indomable y ácido que salpicó a casi todo el pasaje. Mi
madre pedía disculpas y con una toalla que siempre llevaba en su bolso trataba
de limpiar sacándola luego para que la lluvia, que ya caía intensamente, la
lavara y empapara para volver a limpiar. Todos estábamos en silencio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Ya dije que el camino era de tierra, bastante
firme al principio pero no tanto cuando faltaba poco para llegar al pueblo. El
conductor parecía un piloto de turismo carretera tratando de mantener el viejo
Bedford que coleteaba en el barro pero finalmente comenzó a patinar y hundirse
por la parte delantera en un suelo blando y resbaladizo donde las ruedas
traseras, sin encontrar asidero, fueron a parar a la cuneta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">-¡No va más! – gritó don Alberto traspirado
luego del esfuerzo realizado para dominarlo, mientras se arremangaba los
pantalones – tenemos que seguir a pie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Tuvimos que despertar a mi padre que no
entendía nada de lo que pasaba, por suerte mi tío que también había dormido un
poco <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se sentía mejor. Nos quitamos el
calzado, los zapatos de mis padres y el tío los pusimos en el balde de las
calas, mis hermanas y yo los llevamos en la mano. Nadie hablaba más que lo
necesario así que, cual silenciosa caravana de gitanos, cuando la lluvia amainó
nos pusimos en marcha para llegar a casa, embarrados, mojados y en silencio
luego de una larga caminata.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;">Nadie habló mucho aquella noche. Nos quitamos
el barro, comimos algo y nos fuimos a dormir. Al día siguiente el tío Juan
partió en el tren del mediodía. Vimos su pañuelo blanco a la distancia que nos
decía adiós. Fue la última vez que lo vi. Tampoco volví a ver a Mateo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Hoy es
2 de noviembre y en un rincón del jardín las calas han florecido. Mi madre
murió hace unos meses, a ella le gustaba escribir. Entre sus cosas encontré
este relato, no sé si fue real. También había una pequeña medalla con la figura
de una estrella. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1330426759077206808.post-90181204121688903192018-11-23T04:39:00.001-08:002018-11-23T04:39:57.348-08:00Matarse un gato - Fermín Vilela<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Lo importante era divertirnos. Y cuando vuelvo a eso entiendo por qué la
crueldad es cosa nata y toma un ritmo que rara vez se olvida, un ritmo del que
todos somos cómplices. Me acuerdo de las risas, de los perfiles transpirados.
Del silencio de siesta por detrás nuestro. También de aquellos tapiales
abandonados yendo para el lado del cementerio, porque era ahí donde había que
ir a buscarlos. El método era sencillo: mandabas el pie entre los matorrales
hasta sentir algo moverse, después pateabas con fuerza. Si querías hacerlo bien
había que estar atento, ir despacio y no atolondrarse. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">El más grande de nosotros tres se llamaba Federico, pero a él le gustaba
que le digan Manzano. El loco Manzano. Era quien se encargaba, cada tarde, de
pensar cómo íbamos a jugar con los sapos. Por lo general hervía agua en una
olla grande como para lograr meter cinco o seis dentro. Se llenaban de ampollas
y pataleaban hacia adelante, desesperados. Si por alguna razón ése día no
andábamos muy inspirados elegíamos el método más rápido: el uso de la pala. Con
un solo golpe podías cortar cualquier sapo por la mitad. O sacarle la cabeza. O
las patas. Amadeo, el tercero sordomudo, era quien más lo disfrutaba. Aplaudía
y reía entre frases apenas comprensibles, más parecidas a berreos que a otra
cosa. Nos llevó tiempo acostumbrarnos a la risa de Amadeo. Era una risa
diferente. Manzano había aprendido a transformarlo en una especie de fiel
esbirro, y hacé esto, hace lo otro solía gritarle mientras me guiñaba un ojo
cómplice, inyectado en rabia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">El jueves aquél Amadeo nos invitó a tomar la leche a su casa. Con Manzano
sabíamos que allá uno la pasaba bien. Su pieza era distinta a todas las otras
piezas, llena de juguetes y videojuegos. Amadeo era un chico con suerte.
Incluso llegué a pensar en si hubiese preferido tener esa vida a cambio de mi
capacidad para escuchar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Me gustaba mucho estar ahí. Era una casa cómoda, con buena gente viviendo
en ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">–¿Y? ¿Cómo andan los pibes?<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">El padre de Amadeo empezó a taladrarnos con preguntas. Nosotros hacíamos lo
mismo dijo mientras nos sacudía la tierra del pelo con una sonrisa que todavía
tengo pegada en medio de la frente. Con su madre, en cambio, las cosas tomaron
otra forma. Mi viejo me había contado, una vez, que la mamá de Amadeo era una
persona especial y peligrosa. Pero el jueves aquél no se portó de esa forma. Ni
bien nos vio sentados en la mesa de su propia cocina se puso a contar unos
chistes que me resultaron de lo más simpáticos. Mucho no duró; Amadeo miró fijo
a su padre, diciéndole algo por ese sistema de señas que ni Manzano ni yo
habíamos aprendido a usar. Terminaron llevándosela sin dejarla siquiera
despedirse, y por mi parte no tenía idea de que esa sería la última vez que la
llegaría a ver.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Manzano me confesaría, horas después, cuánto detestaba esa casa. Según él
iba para atragantarse de vainillas y tomar chocolatada Toddy. Los dedos,
lastimados, se le ponían bien marrones gracias al cacao en polvo. Siempre hacía
alarde del estado de sus dedos. Pero cuando te animabas a preguntarle por las
lastimaduras no decía mucho. Teníamos entendido que los sábados trabajaba en la
herrería de su tío, y cada tanto nos contaba, orgulloso, que era forjando como
se lastimaba. Que era así como podía tragarse su propio dolor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">La indicación de mi viejo fue simple: cuidá a tu abuela. Aunque, a decir
verdad, era ella, era Martina la que terminaba siempre cuidándome a mí. Me
acuerdo de sus manos. Porque así fue parte del jueves aquél: con sus hermosas
manos cebando mate dulce. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">–En cuanto vea que se mandan alguna les pego una patada en el traste y se
va cada uno a su casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">La abuela Martina lograba engañarnos, aunque jamás se engañaba a sí misma.
Después de todos esos retos se le escapaba siempre una sonrisa bien contenida.
Manzano estaba encantado con ella, y era raro verlo así, tan tranquilo,
haciendo una pregunta tras otra. Amadeo también la apreciaba. A los dos se le
abrían grandes los ojos cuando veían a la vieja compartir el matecito de chapa
que, atravesado por el sol, humeaba por encima de nuestras cabezas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">El jueves aquél agarramos nuestras mochilas y, antes de seguir camino,
Martina pidió que esperemos. Fue hacia el fondo de la casa para volver con una
de sus viejas lata de galletitas. Nos hizo abrir las manos. Repartió nueve
caramelos y un beso en la cabeza para cada uno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>–Jueguen bien, me escucharon. Nada
de andar haciendo locuras. Vayan.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Era mediodía. Había que estar atentos al sol para no terminar insolados.
Mientras caminábamos propuse mojar las remeras y ponérnoslas sobre las cabezas
como grandes turbantes. Paramos en una canilla, al lado de un garaje. El agua
me caía en la nuca mientras pensaba en todo lo que teníamos para aprender de
los viejos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Al momento de cerrar la canilla, Manzano se agachó para quedar exactamente
a mi altura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">–Che, vos, escuchame. Para juntarte con nosotros tenés que hacer algo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Amadeo, que tan bien leía los labios, entendió todo. Se puso medio ansioso
y empezó a mover las manos. Después intentó articular algunas palabras.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">–No, Ama, olvídate. Vos sos mufa. Yo le digo al pescado este, que no se
anima a hacer nada –dijo, adelantando la cara hasta enfrentarla a la mía –Matar
un gato. Matar un gato o varios. Cuánto a que no te animás.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">–Vos decime qué tengo que hacer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">–¿Estás seguro, pescado?<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">–Decime lo que tengo que hacer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Manzano se paró. En ese momento me di cuenta lo petiso que era. Amadeo, al
lado suyo, parecía una especie de hermano mayor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">–Así me gusta, che. Nos vemos en dos horas en el baldío de los tapiales. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">No llegué ni a decir sí que pegaron media vuelta. Vi alejarse sus dos
cuerpos hasta lograr desaparecer en la otra esquina. Y ahí quedé, envuelto en
mi mameluco empapado, cocinado ante el sol del mediodía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="color: black; font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Con el horario intenté ser lo más exacto posible. Dos
horas después estábamos en el baldío que el tío de Manzano había comprado años
atrás. Al momento de llegar, me saludaron con un leve movimiento de cabeza.
Amadeo, muy serio, sostenía </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">una caja grande de galletitas Bagley. La apoyó en el
suelo. Y antes de dejarme ver lo que había en su interior, se puso a gemir. De
repente Manzano apretó los dientes contra su labio inferior y le metió una
bofetada.<span style="color: black;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">–¿Qué mirás, loco? Porque sea sordo no lo voy a tratar bien. Tiene que
hacerse hombre. En la escuela nadie le da pelota, yo soy el único, conmigo se
va a hacer bien hombre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Empecé a escuchar pequeños maullidos, y cuando Manzano metió la mano en
aquella caja no pude ni siquiera reaccionar. Cerré los ojos después de escuchar
el golpe seco, metálico, después los festejos, como si se tratase de cualquier
gol en un partido amistoso. Sentí ganas de vomitar. Al intentar sacar otro se
les escapó de las manos. Pero Manzano volvió a agarrarlo; estaba como loco.
Clavó su mirada y gritó para que me anime, sosteniendo al gato por el cogote.
Entonces no pensé más. Agarré la pala con firmeza, llevando el mango hacia
arriba, en dirección el cielo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Pasaron días, semanas, hasta que no volví a verlos. A ninguno de los dos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">En el mes de julio quisieron mandar a mi abuela Martina a un geriátrico. No
pasó ni una semana que tuvieron que internarla, de urgencia, en un hospital.
Por lo visto había intentado escaparse en una noche de mucha lluvia. La
encontraron totalmente empapada, cerca de su casa y de una pulmonía. Según los
médicos, había empezado a mejorar. Papá suspendió sus idas y venidas a Buenos
Aires para quedarse ahí, junto a ella. Logré visitarla sólo una vez. Estaba
acostada. Al verme entrar, me saludó con la misma calidez de siempre. Era raro
verla así. Las canas habían empezado a tomar posesión de su pelo. Ella
acostumbraba ir, cada quince días, a la peluquería de su amiga Nilda para
teñirse el pelo. Años después, papá me contaría que le habían reservado turno
en lo de Nilda para cuando saliese del hospital. Pero en esos días tuvo una
fuerte recaída, y antes de que nada más pase, mi abuela Martina falleció. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al día siguiente papá no me dejó ir
al velatorio. Le parecía algo morboso e innecesario. Ni bien empecé a
insistirle me ordenó que vaya a jugar con mis amigos. Fue entonces cuando se me
ocurrió la idea. Me puse una campera, un gorro y salí. El baldío de Manzano
quedaba a medio pueblo de distancia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">El frío nocturno se mezclaba con los primeros rayos de sol mañanero, y
todavía notaba un vapor saliéndome de la boca. Pasaron las cuadras hasta
encontrarme, poco a poco, con los baldíos de siempre. Se notaba que hacía
tiempo nadie andaba por ahí. Los matorrales habían crecido de manera
descomunal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Por dentro me aterraba la idea de encontrarme con Manzano o con los berreos
enfermizos de Amadeo. Pero no pasó nada. Me clavé en medio de la calle, sin
ningún alma alrededor. Y antes de pegar media vuelta creí escuchar algo
inquietante, algo parecido a un llamado, a nuestros juegos secretos y
miserables.<o:p></o:p></span></div>
<div class="Standard" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 21.3pt;">
<br /></div>
concursoantoniodalmasettohttp://www.blogger.com/profile/07049965762043905363noreply@blogger.com0