¡Ya nos los aguanto más! Son insoportables,
todos son iguales, tan, tan, ruidosos. Ah… A veces me pregunto cómo hace para
soportarlos. A pesar de que siempre le hacen daño, los perdona. ¿No se da cuenta
que de seguir así la van destruir? ¿Los ama tanto como para soportar cada
golpe, cada herida, cada grieta? La verdad, no la entiendo para nada, a veces
creo que ella está loca. Él siempre se
preocupa por ella (aunque yo sea más pequeña y diferente a ellos), dice que un
día de estos los va a destruir a todos ellos, pero sé que no lo hará, ya que si
los lastima también la lastimará y él la
aprecia mucho como para lastimarla
Yo no puedo sentir el mismo amor que siente
ella. Aunque estemos vinculadas, no lo siento. Al contrario, siento un gran
odio hacia esos “parásitos”. La primera vez que los vi me pisotearon y me
pincharon, eso me dolió un montón, pero ella dijo que con el tiempo me
acostumbraría, seguro…acostumbrarme a
que me lastimen, ni que fuera masoquista. Desde el primer encuentro siempre traen
unos aparatos para estudiarme, son chiquitos y los ponen en mí, a veces dan
coquillas o picazón, pero con el tiempo te vas acostumbrando. A pesar que ellos
parecen estar interesados en mí, apenas vienen y siempre que vienen se llevan
un pedacito, la verdad no me duele, pero siento que voy a extrañar esos
pedacitos que estuvieron conmigo desde que tengo conocimiento (muchos, muchos
años de conocimiento). Uno de “ellos” (el de los anillos) me explicó que antes
de que ella tuviera a esos “parásitos” hubo alguien más que los tuvo, pero por
culpa de la violencia, de su falta de responsabilidad, por su codicia, “el” terminó
en un estado tan crítico, que perdió todas las cosas que él amaba. Todo su
paraíso se transformó en una tormenta de fuego que lo empujó a la locura, por
lo cual decidió llevárselo. Desde entonces siempre lo tiene cerca, ya que es el único que lo puede controlar. Le
pregunté una vez qué había pasado con los “parásitos”
-¿Ellos? Ellos solo se fueron, se fueron sin
mirar atrás, dejándolo solo, herido, moribundo, hasta que la encontraron. Ten
por seguro que si ella no los destruye primero, ellos lo aran, y… eso no solo
le dolerá a ella
-Pero… ella los ama, estoy segura que preferiría
morir antes que matarlos.
-Sí, los ama… pero ese amor la terminará
matando. Te lo diré una vez más por si no lo entendiste, cuando ellos no
encuentren más beneficios, cuando no le sea más “útil”, cuando sea un estorbo,
ahí se van a alejar de ella, pero hasta que eso no pase la seguirán matando
poco a poco. Lenta y dolorosamente. Y luego dicen que ellos la aman. ¿Muy
hipócritas, no lo crees?
-La verdad sí, más que hipócritas son basura,
basura que tendría que desaparecer.
-Ten cuidado, puede que la próxima vez vayan
por vos, ya empezaron a estudiarte, ¿o me equivoco?
-No voy a dejar que me invadan como a ella.
-Pues ya lo hicieron y más de una vez.
-Eso… eso no cuenta, solo vienen y se van, no
hacen lo mismo conmigo que lo que hacen con ella. Además no soportan estar
conmigo por mucho tiempo, son tan frágiles, me da asco que sean tan frágiles
pero que puedan hacer tanto daño.
-Sí, son tan frágiles pero tan letales. Bueno,
no importa, solo… cuídate y no bajes la guardia ¿sí?
-Mm…
está bien, si vos lo decís, tendré “cuidado”. Bueno, te dejo, el eclipse va a
terminar, y tengo que volver a mi lugar, te veré en ¿50 años?
-Mm… no me acuerdo, pero espero que todavía
vivas para entonces, pequeña.
Eso fue hace tanto tiempo. ¿Cuántos años pasaron
desde entonces? Siempre que lo veo evita el tema de los “parásitos”.
Últimamente vienen más seguido y traen más cosas, dicen que quieren venir a
vivir aquí. Pero eso no me importa en este momento ya que hoy es un día
especial, por fin la podre ver, la última vez que la vi se veía tan débil
-Hola ¿cómo estás?
-Ah, hola pequeña, estoy bien como siempre,
je.
-Sabés que conmigo no tenés que fingir, sé
que estás mal en todos los sentidos, recordá que soy parte de vos, te conozco
mejor que nadie.
-Sí, tenés razón, sos la que mejor me conoce.
-No cambiés el tema, no respondiste mi
pregunta.
-Querés que te sea totalmente sincera -su
mirada, por alguna razón me preocupaba, sentía que lo que me dijera me dolería.
-Sí, quiero que lo seas.
-Yo… voy a desaparecer, no me queda mucho
tiempo, tal vez unos 200 años más pero dudo que pueda resistir más de eso.
-Di… dime… dime que es una broma, dime que…
es ¡solo una maldita broma!
-Lo siento, pero no es una broma. Aunque… me
gustaría que lo fuera.
-…Es por ellos, ¿verdad?
-Eso…
-Fue su culpa ¿no es así? Lo sabía, sabía que
tendría que haberme desecho de ellos, pero no lo hice, no lo hice porque tú los
querías, tú me dijiste que no los tocara. ¿Para qué? ¡¿Para que terminaran por
matarte!? ¿Para eso?
-Yo les permití hacer esto, porque los
quería, los quiero y los querré siempre. Cueste lo que me cueste, yo los
seguiré amando.
-¿Amarlos? ¿En serio? Me estás jodiendo.
¡Ellos son solo unos parásitos que te están matando! No, no te están matando,
ellos ya te mataron.
-Sí, puede que tengas razón. Pero no me
arrepiento, porque fue hermoso verlos crecer, reír, verlos ser tan, tan
humanos, cosa que ni tú, ni yo podremos ser, ya que siempre seremos planetas,
¿no es verdad, Luna?
-Primero, soy un satélite. Segundo, nada dice
que los planetas no tengan sentimientos, y lo sabés muy bien ¿o me equivoco,
Tierra?
-No, no lo hacés pero mis sentimientos me
dicen que los proteja.
-Qué sentimientos más estúpidos tenés, tan
vos.
-Sí, pero al fin y al cabo son míos.
-200 años pasan volando para nosotros, ¿lo
sabés, verdad?
-Sí, lo sé, por eso quiero que estemos
juntas, lo poco de tiempo que me queda.
-Si es lo que quieres, lo haré, no pierdo
nada, ya… no tengo nada que perder.
Después de eso estuve más tiempo con ella
hablando, riendo, se sentía tan, tan “humano”, pero así como de corta es la
vida de los humanos, así de corto fue nuestro tiempo juntas. El día que ella
desapareció todos los planetas se reunieron y dejaron algo de ellos en los
restos de lo que alguna vez fue la Tierra. Saturno dejó uno de sus anillos,
Marte una de sus lunas, sol un pedazo de él y yo… Yo, ¿qué le podría dar? Yo
era su luna, una pequeña luna. Lo único que pude hacer por ella fue dejar que
estos parásitos vivieran en mí, ya que ese fue su último deseo: “que solo unos pocos humanos vivan en ti. Por
favor, prométeme que lo harás, prométemelo”.
Fue lo que dijo antes de explotar. Así lo
hice. Solo unos pocos humanos viven en mí, pero… sé que es temporal, sé que
mientras pase el tiempo serán más y más, hasta llegar al punto en que no lo
soporte y también me destruyan, cuando eso pase ¿podré verla otra vez? Los humanos
dicen que después de la muerte hay otra vida. Si eso es verdad, espero volver a
verla y decirle que cumplí mi promesa y los protegí hasta mi último día, hasta
entonces solo cuidaré de estos “parásitos”, mis “parásitos”.
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